Le cuesta desperezarse. Toda la siesta, toda, y parte de la tarde ha estado tumbada en el sofá. Me ha recluido en uno de los sillones para ver la película. He tenido que poner el flexo para no molestarla cuando leía y ahora, después de el sueño de los justos, se entretiene mirándome. Durante casi un minuto no puedo fijar la vista en otra cosa que no sea ella pero después sigo con la lectura. Es entonces cuando salta del sofá y recreándose en cada zancada se dirige hacia mi. Intento evitar no levantar la vista del libro pero me cuesta, se que no voy a poder aguantar mucho más con él en las manos.
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Ella viene exigiendo su ración de mimos.
Hay gatas y gatas ...al menos la mía, peluda, no se molesta si la dejas en el sofá y te vas a lo tuyo, o la despiertas y la apartas para hacerte tú con el sitio.
ResponderEliminarLos tíos sois un poco pringaos... con eso de las dos carretas...
Pues si,y así nos va.
EliminarEs lo malo de los felinos: son ellos los que distribuyen el horario de mimos.
ResponderEliminarCómprate un perro.
¡Enseguía!
Eliminar1º que tipo de gata??
ResponderEliminarmi gato murió esta primavera pasas y me dolió tanto que no creo que pueda, por el momento, tener otro gato, pero son adorables.....
ana gata como la de la foto. Otra... me niego. Me encantan pero... ¡NO!
ResponderEliminares inevitable no distraerse, ¿verdad?
ResponderEliminar¡Cuesta! ¡Cuesta!
Eliminarhasta a mí me ha gustado esa gata! ronronea?
ResponderEliminarComo que un arañazo... no sienta tan mal.
EliminarJajajajaja, yo también hago esooooo, jajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarY te sale igual?
EliminarSexy woman stretching on the floor stock photo © MaximImages - stock photos in style
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