1.- Llevar paraguas. No es imprescindible abrirlo aunque llueva. Además no hay nada más desconcertante que una persona que puede usar algo y no lo hace cuando los demás lo ven imprescindible.
2.- Tomar café, té, o en su defecto infusiones tipo valeriana, o esas que vende HerboCalm. Una porquería para mi gusto pero buenísimas para poder calentarte un poco las manos y charlar con los compañeros o amigos al menos cinco minutos.
3.- Kit Kat a media mañana. ¡No te cortes! Una almendras, una chocolatina, galletas, lo que sea y que te guste. Que puedas disfrutarlo sin necesidad de que sea una "comida obligatoria de régimen". Eso si, sin prisas, saboreandolo.
4.- Buenos días. Hola. Adios. Úsalos. Son elementos imprescindibles de "buena educación". Da igual que el tipo que tengas al lado ni se los merezca ni tenga intención de responderte igual. ¿O acaso quieres parecerte a él?
5.- Escucha. A veces solo es necesario callarse un momento para entender lo que quieren los demás, lo que demandan. Presta atención, no te quedes solo en oír. ¡Escuha! Y actúa en consecuencia.
6.- Comer sentado. Si es posible con alguien. No hagas que la comida sea una ingesta de alimentos para mantenerte de pie durante unas hora más. Relájate en ese momento. No te preocupes, te queda día para volver a estresarte.
7.- Busca un hueco para leer. No es necesario que sea un novela, si tienes poco tiempo hay blogs buenísimos que pueden sorprenderte con un relato, una poesía, un micro. Seguro que en casa tienes algún libro de poesía que te obligaron a leer y no te gustó. ¿No te atreverías a volver a abrirlo? Quizá con más años puedas entender perfectamente lo que no hiciste con quince años.
8.- Infórmate. No te conformes solo con escuchar un telediario, una emisora, leer solo un periódico. No te conformes con un solo punto de vista.
9.- Duerme. Descansa. Cualquier tipo de actividad se realiza mucho mejor si no estás cansado. A veces, esa diferencia de media hora de sueño más consigue que te levantes mucho mejor.
10.- Sueña.La vida es bastante más divertida si tenemos algo con lo que soñar. Hacerlo cuando estás trabajando no es "lo suyo", y el día requiere de mucha atención por nuestra parte, pero la noche... "La noche es nuestra", como diría Bruno. Y que mejor que tener a alguien a tu lado para compartir esos sueños.