25/1/16

Perfeccionista.

Le fue muy difícil hacerlo la primera vez. A la cuarta había conseguido cogerle el truco. En la última, la definitiva, murió con clase exquisita. 



Morir (en un escenario) es una ordinariez. 
Amparo Baró.

20/1/16

5 listas que no debes hacer.

1.- Lista de novias, amantes o rollos ocasionales.
2.- Lista de gente a la que debes dinero o favores.
3.- Lista de cosas que no harías nunca.
4.- Lista de cosas que vas a vivir antes de llegar a una edad.
5.- Lista de listas que no debes hacer.

16/1/16

Necesitamos suicidarnos mas a menudo.


Es absolutamente necesario suicidarse cada cierto tiempo.
Huir de uno mismo,
perderse,
levitar,
ayunar,
sentir el cuerpo vacío, agotado, dolorido.
Mudar la piel,
beber,
vomitar,
tocar fondo, follar con desesperación y luego no recordar nada.

Estar ausente de todo.

Para después aferrarse de nuevo a la vida. Reencontrarse.
Vestir colores pastel, andar a paso ligero y sonreir a los vecinos cuando te saludan en la escalera.
- ¿Qué tal estás preciosa?
- Jodidamente bien, gracias.



(Cambio los "colores pastel" por vaqueros y camisa. Y la expresión "Jodidamente bien" por ¡De puta madre! El resto... El resto me lo quedo entero. Genial Ana Elena Pena.)

15/1/16

Infección de garganta.

Que su novia era medio bruja lo sabíamos todos. Menos él. Así que cuando decidió cortar con ella y aquella pelirroja le propuso un polvo de despedida, Álvaro aceptó. 

Empezó como una carraspera. Una tos nerviosa que al día siguiente, celebrando de nuevo su soltería, Álvaro tenía en cada brindis. La primera semana era una sensación de picor en la garganta. Como cuando el ansia te hace tragar un vello púbico y no consigues bajarlo. Ni pan, ni agua, ni que comas jamón, es una sensación que se queda en la garganta y no hay manera de perderla, así nos explicaba Álvaro su molestia en la garganta. 
Alguien lo convenció para ir la médico. Cuando le auscultaron, vieron asomar por detrás de la campanilla un "felpudo" pelirrojo le nacía tras la campanilla. 



Este micro está sacado de una de esas "servilletas" que uno no se decide a tirar. En este caso no es propiamente una servilleta sino una hoja de un cuaderno que ya he desahuciado y al que tenía  ¿cariño? Estaba escrito a lápiz y recuerdo perfectamente cuando empecé a hacerlo. Una tarde en un pueblo de Granada. Orientando a una adolescente para hacer un relato en clase. El micro no es ni mejor ni peor que otros, estaba por ahí y he decidido rescatarlo, no por el relato, si no por recordar esa tarde. 

12/1/16

Enésima oportunidad.

Una de las cosas mas bonitas que traen los divorcios es ver gente mayor besándose y queríendose como adolescentes. A ver quien era el guapo que se encontraba antes a unos cincuentañeros (ya no hay cincuentones) morrenándose en mitad de la calle. A esa edad, la mayoría, ya estaban mas que hartos del matrimonio y, algunos, no se tocaban ni con palo. 

Bubo dixit. 

8/1/16

Anmesia.

Olvidé que me gustaba salir a borrar la pizarra en clase.
Olvidé que un día quise ser veterinario, o granjero. Cualquier cosa que me tuviese cerca de los animales.
Olvidé que las escaleras son mas divertidas si se bajan a culetazos.
Olvidé a Pepino y Melón, aquellos dibujos que no podía ver cuando la letra "A" solo se conocía porque había una Araña encima.
Olvidé que dar vueltas y vueltas marea tanto como una botella de whisky pero no trae resaca.

7/1/16

Llegando a casa.

Entra en casa. Se sube el cuello de la chaqueta y se la cruza en el pecho. Hace frío. El ordenador suena ronco. Un día debería de cambiarlo pero la última vez que junto algunos euros terminaron en la barra de un bar. Invitando a Glenfidich de quince años a una chica de poco mas. Se sienta en el sillón. Mueve el ratón y la luz de la pantalla le devuelve la vida que parecía que no encontraba en el salón. ¡Ni un correo!  Enciende un cigarro. Vuelve a echar mano de la chaqueta. Hhace mas frío en casa que en la calle. O quizá es la falta de entendimiento con el puto ordenador. El barman siempre es mas simpático. La pantalla no le devuelve nada, ni cambio, ni whisky, ni conversación. Le gustaría ir a la cama. Acostarse, Dormir, pero necesita escribir y no aparece nada. Ni en la pantalla, ni en su cabeza, ni en su vida.