Hasta los ocho años yo pensaba que el mejor escote lo tenía mi madre. Después fue Carmen Luna, una amiga de mi hermana, la que se hizo poseedora de ese título. Por aquel entonces uno también se fijaba en los de la Loren, la Lollobrigida, la Monroe, aunque el tipo de Margarita Cansino fuese mi ideal, pero claro... todos esos de papel. Cuando empecé a crecer un poco más tuve la mala suerte de fijarme en uno de esos que no debería. Terminé babeando encima del de Inma O. a ella no le importó mucho, de hecho me alentó, pero a su novio y uno de mis amigos le sentó regular. Tampoco me importó mucho, ese escote merecía la pena y durante mucho tiempo fue una de mis debilidades.
Hasta ayer mismo yo pensaba que el mejor escote que he visto, que he visto al natural, el de la Loren mi sigue flipando, lo posee mi coleguilla Mari Pepa. Hasta ayer mismo, porque hoy se ha presentado una tipa en el trabajo que me ha hecho replantearme la teoría de la gravedad. ¡Dios mío como estaba!
Después, por su puesto, comentarios varios:
- Esta tiene las tetas operadas. - Comentario de una de mis compañeras.
- A mi me da igual que estén operadas pero yo me meto ahí y no me echan ni con agua hirviendo. - Comentario del vigilante.
- Tampoco está tan bien. - Comentario de algún maricón que siempre tenemos por aquí cerca.
- Tú te callás que no entiendes. - Otra vez el vigilante
- Anda cierrale la boca a Bubo que se le está saliendo toda la saliva. Otra vez mi compi.
Así estaba yo, con la boca abierta para comerla mejor. Salivando como los perros de Pavlov. Porque claro, mientras estos discutían sobre la naturaleza o artificialidad del escote, mi imaginación ya había desnudado a la chica, la tenía perfectamente recostada en una mesa enorme frente una ventana que daba al mar y me la la estaba follando allí mismo. Así que cuando algún imbécil, estoy convencido de que dejaron que fuese el maricón de turno, me cerró la boca, terminé mordiéndome la lengua y volviendo a la realidad en cerocomados. Una pena porque es de las pocas veces que me estaba gustando estar en el curro.
La fotografía es del año pasado, de uno de los conciertos del Festival de Blues, y es que entre guitarras, baterías, armónicas y músicos varios, se cuela de vez en cuando alguna foto como esta.