De vez en cuando se me va la pinza. Esto que hay ahí abajo es una de esas mierdas que te da el punto de empezar y nunca acabas. Nunca acabas porque es una birria y lo corriges una y otra vez. Bueno pues ya estoy harto. Así que se queda como está y si algún día me da el punto lo mismo vuelvo a retomarlo, a imprimirlo en papel y meterle el fuego correspondiente para que salga de mi cabeza y de mi vida. De momento, me gusto o no, ya forma parte de ella, desde hace mucho, y de hoy no pasa que lo publique.
El sol se empieza a colar por las ventanas
cuando entramos al piso.
Sus bragas son lo primero en caer,
después una camiseta, mis pantalones, su blusa,
y ¿un alfiler?
Cae también una silla.
Despertamos a algún vecino
poco nos importa.
Con su falda en la cintura y mis los boxer en las rodillas
empezamos a follar.
- Más fuerte. Más fuerte. Más duro.
Me grita mientras me coge el culo
y lo empujá contra ella.
- Más fuerte. - grita.- Pégame.
- ¿Que?
-¡Que me pegues cabrón!
Y como una hoguera meada
se me paga el primer calentón.
Ahora escuho al vecino.
El sol calienta en la calle,
tanto como nosotros y el alcohol.
- Más fuerte cabrón. Hijo Puta más.
La cojo de los hombros,
la zarandeo. Y vuelvo a embestirla.
El whisky y sus tetas me mantienen empalmado
pero su boca es mierda pura.
No solo porque no para de decir estupideces,
acabo de descubrirle varias caries.
- Fóllame fuerte. Más.- Sigue gritando.
Y entonces la agarro del cuello
aprieto como si fuese un osito de peluche
de esos antiestres que solo reciben golpes en la cama.
- ¿Quieres callarte de una puta vez?
No me va soltar un hostión.
No me va ponerte la cara del reves.
Deja de chillar y disfruta,
no quiero ser tu matón
por mucho que quieras ir de puta.
La chica empieza a llorar
- ¿Como si no te voy a contentar?
- Mira no conozco tus gustos pero no me va lo de pegar.
Te has equivocado de chaval.
- Solo quería alguien que me tratase mal.
Entonces chica, estás en el lugar ideal.
Te querré como nadie, te haré olvidar
me amaras como algo incondicional
y entonces chica... te haré llorar.
Te olvidaré, te trataré fatal.
Si eso es lo que quieres. Eso tendrás.
Pero quita esas lágrimas. Ahora vamos a dejar de follar.
Vamos a la cama. Empezarás a olvidar.
Entre caricias, y besos.
Entre abrazos y rezos.
Después te amaré como nadie lo hará jamas y luego...
luego empezarás a llorar.