30/10/13

El café.

- Me da tiempo a tomarme un café. - Pregunta la chica mirando el reloj con nerviosismo.- Mi autotobús sale a las cinco.
Yo también miro el reloj y el ordenador me devuelve la hora exacta: 16:47. A mi me gusta tomarme el café pausado y no entiendo que alguien se lo tome como si fuese un purgante. Aunque en la familia haya gente que lo haga. 
- Uno rápido.- Le contesto. 

16:58.- No he visto pasar a la chica. Mira hacia la barra del bar. Allí está ella. Delante tiene un café con leche, una napolita a medias y una bolsa de chucherías. Me dirijo a ella y señalo mi muñeca como si hubiese un reloj. Entonces ella mira el suyo. Se apresura, se bebe lo que le queda de café de un sorbo y hace una mueca. Se ha quemado. Muerde la napolita y coge la bolsa de chucherías con tanta fuerza que la rompe. Aligera el paso y el bamboleo de sus bolsas hace que se caiga lo que le queda de napolitana. No se gira. El autobús tiene el semáforo en verde. Ella hace aspavientos para que pare. 





(Y todo esto viene a que hay gente que no sabe disfrutar las cosas si no lo tiene todo.)

27/10/13

Ola k ase?

- A ver, quillo, súbete conmigo al despacho y me explicas eso que tienes montado con las chatis. - Le digo al vigilante de seguridad así en plan colegeo

Y es que el tipo lleva más tres cuartos de hora con el móvil dando caña. ¡No para! El pitido del whatsapp lo tengo en la cabeza y parece un grillo de esos que hemos tenido por Córdoba el último mes. 
Le dejo el ordenador. Comienza a trastear por internet y se mete en una página de contactos. Introduce su nick y contraseña y aparece una página muy colorida con un montón de fotos. Estoy entusiasmado. Llevaba años de no meterme en una y él, crujiendo los dedos delante del monitor, pone sus manos en el teclado. Espero una lección magistral, algo así como un Zero Cool en la película Hackers. Respira profundamente y me dice que me prepare. Que voy a conocer como termina encamándose con tanta tía buena que le aparece en su móvil. Selección una chica con una fotografía de pérfíl minifaldero y sonrisa profident. Veinticuatro años, enfermera. O al menos eso pone debajo de unos tacones de vértigo que la hacen parecer algo mayor. Es entonces cuando comienza a escribir:
- Ola k ase?

- ¡Quillo! ¿Que estás haciendo? 
- ¡Ligar!
- ¿Pero como le vas a poner: Ola k ase? ¿No has mirado su perfil? ¿No has visto que es enfermera? Esta tía habrá estudiado algo. 
- Ahh pues no. Yo solo he visto que en la foto aparece en el Góngora. ¿Ves ese cuadro? Ese está en la sala Vip y no la abren antes de las dos de la mañana. ¡A esta le va la marcha!

La pantalla se vuelve naranja. La enfermera le ha contestado: 
- k wapo. eres tu el del a foto? 
El vigilante ya está contestando cuando yo aún no he salido de mi asombro. Ni mayúsculas, ni tildes, ni falta que le hacen. Comienza a charlar los dos. Mis ojos no se acostumbran a ese lenguaje. ¡No lo pillo! Mucho: jajajaaaajajajjja, y más "k" con "x", que son preposiciones abreviadas por lo que parece. Ni una puta coma. Total que cuando llevan quince o veinte mensajes y parece que me voy quedando con la copla de lo que están hablando el tipo va y cierra el programa. 
- ¿Que haces? Si, por fin, me estaba enterando de lo que escribías. Casi podría empezar a hacerlo yo también. 
- ¿Y que más quieres? Si ya he quedado con ella. Esta noche vamos a mi piso. 
- ¡Yaaaa! Pero... ¿Que le has dicho? A ver. ¡Que no he pasado del octavo mensaje! Pero... ¿Como vas a quedar? Si no escribías casi nada. Tres palabras en críptico y luego al enter. ¿Y ella?¡Si escribía igual!
- Mira Bubo... si no te has enterado, allá tú. Me parece que estás mayor para esto. Ya te dije que a esta le iba la marcha. 

Y el hijo de la grandísima puta me deja delante del ordenador, mirando la pantalla naranja con una tías que están buenísimas y a las que parece que no voy a entender en mi vida. 

24/10/13

Manual técnico de fisuras.

Se querían, se adoraban y hacían planes de futuro juntos pero un día, uno de ellos, produjo una fisura. El otro, en lugar de preguntar como había ocurrido para que se hiciese visible, se dedicó a ahondar en ella. Buscaba el problema. Y tanto insistió que no llego a darle solución, solo en ahondar en la fisura.
Se querían, se adoraban y hacían planes juntos pero a veces , las fisuras, aunque sean pequeñas, son lo único que podemos ver en una gran muralla. 

Y sabemos que puede derrumbarse en cualquier momento. Que, de hecho. Seremos nosotros quien la rompamos para que no lo hagan otros.

20/10/13

Poco que decir, y lo peor... ya dicho.

Pues yo había entrado aquí para ver quien había, que se cocía, para contar que no tengo ganas de esta tarde de domingo pero es que.. esta vez ya se lo he contado a FeoMontes en su entrada: Poco que decir, así que... allí se queda. 

17/10/13

Sin rastro.

A ella le gustaban mis relatos. Se sentaba en el sillón los curioseaba. A veces me preguntaba que era lo que me había incitado a escribir tal o cual cosa. Que había visto o sentido para escribir ese cuento, ese micro. Yo entonces le sonreía y la besaba. A veces hacíamos el amor en el mismo sillón. Nunca había una respuesta. 
Un día, con uno de esos borradores que dejaba al azar por el salón, ella lo cogió y comenzó a leer. Después volvió a releerlo. Era un relato en el que el personaje follaba con una chica muy distinta al tipo de ella. Esa tarde no preguntó. Dejó los folios en el mismo lugar que los había encontrado. Después fue al armario, buscó en mi ropa, en los bolsillos, en la mochila, cogió mi móvil y hurgó en las llamadas. 
No fui capaz de convencerla de que la imaginación no deja rastros. 

13/10/13

Alice Munro

Saltaba y gritaba por la calle. Reía como si solo los locos se atreven a hacerlo. Desde que Iniesta le marcó aquel gol a Holanda no lo había visto tan nervioso. Cuando me acerqué a él intenté tranquilizarlo. Me cogió de los hombros y me zarandeó varias veces. 
- ¡LA CONOZCO! ¡LA CONOZCO!- Repetía 
- ... ¿a quién? - Conseguí introducir tímidamente entre uno de sus exaltaciones. 
- ¡A Munro! ¡A Alice Munro! ¡Le han dado el Nobel! 



P.D. ¡Si! ¡Vale! La fotografía no tiene nada que ver con las de Munro pero... ¿No me negareis que mola bastante más? (Además que el blog es mío.)

9/10/13

Me he enamorado.


Del catálogo de Natura Winter Journey.
Reconozco que ha sido amor a primera vista. Después de llevar este tiempo con mi chica no pensé que fuese a pasarme. Y mucho menos delante de ella. Pero... ha sido inevitable. La ví y me sorprendí, después, no pude si no dejar de mirarla. Sus formas, su tendencia clásica, sus lineas suaves, tan natural, con bien complementada, tan... tan diosa como ella solo puede estar.
¡Si! Me he enamorado. Y después de hablar con mi chica ella lo ha entendido.
Antes de Navidad tentgo en mis manos una Canon con su 50 mm apuntando a todo lo que se mueva.

4/10/13

Matisse 52

Caigo en la cama. Los pies pisan la colcha blanca. Aún es verano en Córdoba, aunque hoy llueva. Aunque el día se pinte de gris.
En el techo un ventilador que dejó de funcionar hace tiempo parece una margarita. Un aspa me quiere, otra no, otra si, otra no. Debería haber comprado el de cinco. O quizá... comenzar con lo obvio. ¡Con que no me quiere!
En el cabecero de la cama un chica desnuda muestra su piel azul. Una vez fue mi amante. Y sigue bendiciendo a todas aquellas que pasaron por la cama, todas las que me hicieron feliz. Pero ahora volvemos a estar solos. Los dos. 

No pasa el tiempo cuando la cama es tan grande. No pasa el tiempo y la noche se hace eterna.

La chica de azul sigue mirándome. Quizá vuelva a ser mi amante, como lo fue un día de aquel pintor. Quizá...

3/10/13

Amariconado.

Que me estoy amariconando es evidente. Mis últimos post van cada vez a peor. Alguna cita, un poema de Bukowski, un relato, algunos micros... ¡una mierda! ¡Vamos! Nueve entrada en un el mes de septiembre. ¡Con lo que da ese mes! Que si curso nuevo, vida nueva, que si empezamos la rutina, que si puedes contar aquella tipa que te follaste en Benalmádena. ¡UNA MIERDA! ¡Cuatro pegos! El mes de septiembre me ha dado para cuatro pegos. 
Este último año he estado consolidando mi historia como pareja. Y desde luego los problemas, y soluciones, por no decir que me he vuelto bastante mas ñoño para algunas cosas, aunque he recuperado el puntito cabrón para otras, no son tan entretenidos como los polvos ocasionales de antes. 
Para colmo durante un tiempo me he estado cortando. Mi chica sin ser asidua del blog si que lo leía de vez en cuando y ahora poner una tipa en el blog o un polvo ocasional hace que me sienta un poco regular. ¡Como si le estuviese poniendo los cuernos, vamos! Así que me cuesta también escribir. No me extraña que yo mismo vaya dejando de lado el blog. 
También hecho de menos otros. Creo que eso ya lo he dicho algunas veces. Gente que, con solo leerlos, te animaban a contar una historia. Tesa, Jota, Gatuna, Gilda, Neko, Fiebre... han desaparecido prácticamente de la blogosfera. ¡Y me jode! Porque unos entretenían, otros escribían de puta madre, otros tenían vida en el blog desde el título hasta el último comentario. 
Eso por no hablar de los treinta o cuarenta relatos que hay por casa esperando corregir, las fotografías que tengo pendientes y otras que también están en casa esperando que algún día me de por catalogarlas. Mi hijo que cada día crece más y pronto podré ponerme sus zapatos. Mi chica, que cada día está mas guapa, y me tiene comido el coco de mala manera, mis colegas que se han dedicado a tener churumbeles y ahora cuando llaman es para que quedemos por la mañana en una terracita a tomar el sol y poder escaquearse de sus niños quince minutos. 
Total que tengo que reconocer que me estoy amariconando. Que esto ya no es lo que era. Y lo que no se, es si seguir o no escribiendo por aquí. Aunque... más bien esto es una gilipollez porque ya me estoy contestando con este post. Creo que si, que seguiré por aquí, más que nada porque el que lo necesita soy yo. Más que nada por que solo es cuestión de afilar el lápiz, de escribir sin goma de borrar, o de escribir como me salga de la polla. A mi ritmo, a mi bola. Y lo que yo quiera. 

Nos vemos.