La sombra tensa la ciudad hasta romperla.
(No recuerdo de quien es la cita.)
Que poco dura la tarde.
Que poco la sobremesa.
Que asco de hora
que hace desaparecer el sol
antes que las ganas.
Que coraje de noche,
cuando se impone.
Cuando señorea y solo los chulos
veinteañeros
saben sacarle el partido que olvidamos en portales y rellanos,
en bares y coches mal aparcados.
¡Que lástima de años!
Tantos para no recordar que hay vida allí.
Que los búhos siguen volando
sin hacer ruido
en las noches oscuras.