29/6/24

La taberna de Silos.

 Nunca entenderé cómo hacen para caber estos días cada vez mas largos 

en estos años cada vez más cortos. 


Gonzalo de Berceo en La taberna de Silos, de Lorenzo G. Acebedo. 

22/6/24

Rápido antes de perderlo.

 Había que escribir rápido. Frases cortas. Las interrupciones constantes no le permitían oraciones de muchas palabras. No quería olvidar. Ni a la chica con rabillo en el ojo tan largo como serpiente. Ni al tipo con calcetines blancos impolutos y un bañador rosa. Ni al vigilante que bailaba salsa cuando pensaba que nadie miraba. Todo era fugaz. Pasaba por su vista, por su mente. Y no quería olvidar. Tenía que escribirlo rápido. Antes de que la memoria volviese a fallarle. Antes de olvidar esa historia que los unía a todos. Escribir, sabía que quería escribir esa historia, ese relato, quizá un micro. 

Escribir pero... ¿de qué?

3/6/24

De rosa y ex.

 


Tenía un rosal de terciopelo. 
A mi me gustaba tocar 
esos pétalos. Rozarlos con la yema 
de los dedos. Se respiraba bien 
en aquel patio. 
Y, aunque prefería el jazmín 
que había al lado, 
no podía evitar quedar anonadado 
frente a aquellas rosas. 
Aquella belleza con púas 
que tanto me recordaban 
a  ella.

2/6/24

Tanatos gana.

 - Dios se lleva a los mejores ¿no es así?

Me preguntó tu padre, sujetándome la cabeza en la nuca, mientras me miraba a los ojos. Y pensé que Dios solo es un hijo de puta que se nos lleva a todos y un cabrón por llevarse a unos antes.  Lo malo ni si quiera es dejar viudas y huerfanos. ¿Como coño se llaman los que pierden un hijo antes de morir ellos? ¿Desgraciados? Pensaba eso y en que me dejaste a deber 20€ por que el Madrid volvió a ganar la Champions. Pense en eso pero solo fui capaz de aguantarle la mirada un segundo mas a aquellos ojos acuosos y responderle: Si. A los mejores.