Entro en facebook. Es temprano. Hace varios días que no publico nada pero hay poca actividad que desconozca. Desde que he despertado no ha parado de llover. A ratos el agua caía con gran fuerza. Hoy no quiero dejar pasar sin escribir algo. Bubo, ¿que novedades tienes? Me insta el programa para que comente cualquier circunstancia. Empiezo a escribir:
La lluvia, la corrupción, el puto Bárcenas, los cabrones de los políticos, la luz que se ha ido por culpa de ...
Paro. Me doy cuenta de que se me va la pinza, que además voy a repetir "la lluvia" en la misma frase. Que solo estoy desahogándome con el teclado. Lo borro. Vuelve a aparecer impoluto el mensaje de facebook como si fuese una marca de agua. Bubo, ¿que novedades tienes? ¡Mierda! ¿Que novedades tengo? Últimamente muy pocas. Estoy manteniendo rutinas. Casa, trabajo, lectura, poco escribir, menos salidas, alguna escapada al cine pero casi todas las películas en el televisor. Fregar platos, arreglar alguna chapuza, hacer la cama, pasar la mopa. ¿Que novedades tengo? Vuelvo a colocar los dedos en el teclado. Empiezo de nuevo.
Hoy llueve como si no hubiera mañana. Nos hemos quedado sin luz en el trabajo. ¿Que debe pensar un tipo que se apodera de...
Vuelvo a parar. Ahora Bárcenas se me iba a cruzar con alguien que conozco, con una persona que quise mucho y me dejó la vida echa añicos. Se que, de seguir escribiendo, van a salir antiguas rencillas. Esas que durante tanto tiempo me amargaron la vida, esas que me enseñaron lo valioso que es lo que hay alrededor. Es entonces cuando miro a los lados. Está oscuro, muy oscuro pero se que es solo ocasional, es la lluvia quien me ha dejado sin luz. Que dentro de poco sale el sol. Y la mitad de los problemas de ahora se solucionan. Sigue lloviendo. Mucho. Miro la pantalla y empiezo de nuevo.
Hoy el día tiene pinta de que va a resistirse a que uno lo disfrute.
¡Me gusta! Le doy a publicar antes de volver a arrepentirme. Optimista con tintes realistas. Concentrados en una frase todos los corruptos del diario, el temporal, mis problemas y los de más alla y un poco de optimismo luchador. ¡Por mis santos cojones que a mi estos no me amargan el día!