Me ha gustado esta imagen.
Tengo la sensación de que en estos días algo muy parecido es lo que estamos haciendo mi chico y yo. Aunque a veces no se quien va abriendo camino.
A veces algo de lo que pasa por la vida se filtra en este blog. Otras veces es la fantasía la que se da una vuelta. El formato corto predomina pero siempre hay excepciones.
ellos, siempre ellos, no te quepa la menor duda...
ResponderEliminarAysssss, qué bonito...
ResponderEliminarTu chico.
ResponderEliminarTú sólo has de preocuparte de que la red esté bien sujeta bajo sus pies.
Vale... me queda claro que él abre camino.
ResponderEliminarTu comentario, Tesa, me recuerda cuando era más pequeño y se subía a los toboganes y cosas de esas, había que motivarlo para que no le diese miedo y dejarlo hacer, aparentar que no te importaba el peligro de que se cayese, pero con un ojo y una mano pendiente de que no se hostiara.
Unas veces uno, otras veces otro.
ResponderEliminarLa grandeza del adulto está en saber darse cuenta de cuando "le echan la pata por alto"...aunque su obligación sea la de leer la cartilla si es menester.
Por cierto, esta semana me voy a llegar a Córdoba... ¿un café rápido?