Se despidieron con la garganta congestionada de frases y silencios que se quedaron incubando. Solo ella consiguió supurar unas lágrimas. Él esperaba que el estómago acabase por digerirlo con todo lo demás.
Ahora, cuando se encuentran, vacunados los dos, las frases que quedaron pendientes salen sin forzar, lo silencios son bandadas de ángeles que los miran celosos del lenguaje de sus ojos.
Nada pendiente que decir, nada pendiente que reprochar. Nada pendiente entre ellos.
es una sensación horrible pero efectivamente todo se supera y al final no queda nada pendiente...
ResponderEliminarPoder tener una relación con alguien que fue algo en tu vida y seguir manteniéndola después sin necesidad de esos pendientes de la otra es algo complicado. Pero si las dos personas piensan que es por el bien de los dos, que pueden ser geniales como compañeros, como amigos, como jugadores de voley -playa o como pareja de guardia civiles siempre que no se metan en la misma cama, esa relación puede llegar a ser la hostia.
EliminarTarde, tal vez. Como siempre sucede.
ResponderEliminarLlegar tarde, a veces, es llegar conociendo los errores que han cometido otros y podemos mejorarlos nosotros. Además... más vale tarde que nunca. (Y el nunca era la otra posibilidad de este micro.)
Eliminarel tiempo lo pone todo en su sitio
ResponderEliminarNo me gusta pensar que solo el tiempo es quien lo pone todo es su sitio. Nosotros tenemos que participar para que las cosas queden bien colocadas, y cuanto antes.
EliminarBuf...sin reproches? ninguno? en serio? eso conmigo no va. 8 años llevo sin ver al padre de mi hija y aún sueño con la patada en los huevos que le debo.
ResponderEliminarYo a mi ex también se la daba pero no es la única mujer que ha pasado por mi vida.
Eliminarcoño! ni por la mía! pero por alguna razón que no entiendo, es al único al que me gustaría reventarle las pelotas
EliminarA las dos personas que se las daba tienen los mismos apellidos. Pero bueno.... ¡A tomar por culo!
Eliminar