Llegó con una gabardina corta, unas medias de rejilla y una sonrisa. La saludé con besos en las mejillas, y una copa en cada mano.
Ac4 - Cc6
Su copa cayó de un trago, después sacó a pasear su lengua por la comisura de sus labios. ¿Quieres otra? - Pregunté.
Dh5 - Cf6
Df7 mate.
Se desabrochó la gabardina, estaba desnuda y me tiró sobre la cama.
Con lo poco que me gusta el ajedrez y lo que me ha molado este relato... eres original hasta para esto. Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Feo. Te escribo esto en el intermedio del partido. ¡Madre mía la que nos están dando!
EliminarUna buena jugada!
ResponderEliminarUna buena jugada!
ResponderEliminarUn mate rapido, un despiste, pero así se despista cualquiera.
Eliminarno entiendo de ajedrez, pero de exivicionistas, sí
ResponderEliminarPuntito raro que me ha dado últimamente. Desde que en un juego de mi nene le salió algo de ajedrez y se empeñó en jugar conmigo. Me ha vuelto a dar por jugar y aprovecho horas tontas en el curro. Lo tengo en el ordenador, en el móvil y en casa por si le da el punto al peque. (Por fin he empezado a ganar al modo principiante.)
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