- ¿Pero como que no sales? Pero si eres la parte fundamental de la Semana Santa. Si no sales resucitado, todo esto, no sirve para nada.
- ¡Que no! ¡Que no salgo! Que ya estoy muerto. Muy bonito al principio de semana pero luego termináis hostiándome. Resucito y al año siguiente otra vez lo mismo. ¡Más palos! ¡Paso! ¡Ni un año más!
El Resucitado se ha puesto chulo. No es la primera vez que nos pasa eso en la cofradía pero este año parece que va en serio. Tanto tiempo preparando la procesión, llevando huevos a Santa Clara para que no se nos moje el día, sin contar con el dineral que cuestan las velas, el dorado del trono, las flores y... ahora resulta que el titular dice que nones.
El hermano mayor no sabe que hacer pero "El Cipri", que lo que falta de cabeza le sobra de músculo, ha presenciado la escena y se acerca para comentarle al oído:
- El paso de la columna sigue sin desmontar. ¿Y si nos traemos a uno de los sayones que lo vuelva a meter por vereda?
Sayón |
- Venga.
No me extraña que el protagonista pase de todo. Es que vamos, un año tras otro llevándolas continuamente cansa a cualquiera. Que le ofrezcan un cafetito, por lo menos, que hace frío para andar por las calles en taparrabos.
ResponderEliminartodos los años lo mismo... normal que este hasta los cojones! a mi me pasa lo mismo con esto de la semana santa.... un día me voy a perder....
ResponderEliminarRick ¿que pase? Pero si es el día grande. Bueno eso dicen. Tú fijate la pinta que llevan los resucitados. Todos están cachas. Me se yo de una que le comía hasta las potencias a alguno de esos.
ResponderEliminarJuana... Como las sevillanas "Siempre me dices lo mismo y to´s los años igual" Descansa que pronto viene curvas.
Pues a mí no me hacen mucho tilín con tanto globito y tanta sabanita. Me parecen un poco "sensibles". Donde se ponga un buen prendimiento con su cuerpo enjuto y su cara de dolor...
ResponderEliminarAunque espera, igual tengo que empezar a cambiar mi esquema masculino. Que tengo que probar lo del chocolate y lo mismo con tanta llaga...
A ver si al final la culpa es mía.