20/10/24


 Tengo por costumbre, cada vez menos, poner alguna fotografía en el blog. Creo que fue Tesa y sus grises y verdes quien me acostumbraron a hacerlo. (Le perdí la pista y la echo de menos.) Al principio, con un vástago menor de edad, no quería que se supiese si quiera que me ponía a escribir Mis primero relatos no son desde luego para menores, así que bloqueé los post. Quizá alguna vez me arrependí pero... ya va por los 23 y tampoco muestra mucho interés en lo que hace su padre. ¡Ya me da igual!

El caso es que hoy me he acordado de esas fotografías, casi todas sustraídas de internet sin ningún pudor, cuando la web era ese sitio donde todo estaba permitido y apropiarse de cualquier cosa no estaba tan mal visto. Bueno... como ahora. En algunas fotografías ponía el autor, la web de donde la había sacado o... ¡Ni caso! Casi ninguna lo tiene y ya no voy a cambiarlas a no ser que alguien me lo pida. 

Hoy me hubiese gustado poner una de esas fotos, una mujer (es curioso ya casi nunca pongo chica) casi desnuda y sugerente, en blanco y negro por su puesto, algo erótico que me hiciese pensar en como era antes. Casi no me conozco de los primeros post cuando en un año había cerca de 200 entradas. ¡200! ¿De donde sacaba el tiempo? ¡Ah si, ya! Era lo único que tenía. Bueno que he estado buscando y al final me he dicidido. ¡Ninguna mujer! Pero el recuerdo de esta luna de Noviembre me ha puesto a mil. Quizá algún día escriba por que. Pero es que ya... este blog es también para menores, o me estoy amariconando. (Que ya lo dijo una amiga cuando empecé con la fotografía.)



4 comentarios:

  1. Yo también echo de menos a Tessa.

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  2. Vamos cambiando nosotros y también los tiempos, el contexto. Pero dicen que quien tuvo, retuvo, así que no es como crear algo de nuevo, sino retomar lo que fuimos.
    Yo espero que nos cuentes qué te recordó esa Luna (preciosa la foto, por cierto) que te puso a mil

    Besos

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    Respuestas
    1. Esa luna trae recuerdos de una playa. Una playa de octubre, con muchas piedras, con los primeros besos, o los segundos, que son mejores. Esa luna trae libertad y muchas oportunidades que aún no sabía que tenía. Trae lo que fue y lo que pudo ser y nostalgias y sueños y un buen sabor de hierbabuena con mojitos inabarcables. Trae quince años menos cuando parecía que ya poco se podía hacer y te ofertan un abanico de opciones.
      Esa luna trae felicidad. Y... aunque ya no la mire igual, la luna siempre es un amor, una amante, un cariño familiar... La luna ee diosa y madre, es un totem, es... mi debilidad.

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