Había que escribir rápido. Frases cortas. Las interrupciones constantes no le permitían oraciones de muchas palabras. No quería olvidar. Ni a la chica con rabillo en el ojo tan largo como serpiente. Ni al tipo con calcetines blancos impolutos y un bañador rosa. Ni al vigilante que bailaba salsa cuando pensaba que nadie miraba. Todo era fugaz. Pasaba por su vista, por su mente. Y no quería olvidar. Tenía que escribirlo rápido. Antes de que la memoria volviese a fallarle. Antes de olvidar esa historia que los unía a todos. Escribir, sabía que quería escribir esa historia, ese relato, quizá un micro.
Escribir pero... ¿de qué?
Escribir de la misma forma que se hacen fotos, ¿verdad? sin pensar mucho, dejando que el cerebro busque el encuadre sin hacerse muchas preguntas... las preguntas son las enemigas de los resultados
ResponderEliminarEso es algo que cada vez me cuesta mas. Y ya si hablamos de la autocensura... ¡Mejor lo dejo!
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