Las uvas se quedaron en la mesa. Nadie se atrevió a comer ninguna. El ritual era claro. Una uva por campanada, una por mes, doce que traerían la suerte para todo el año.
En la televisión todos celebraban el inicio del 2015 mientras en casa aún seguían esperando los cuartos.
- Nos hemos quedado sin suerte para todo el año. Las doce y no nos hemos comido las uvas.
Y todos se miraron como si una nube gris acabase de taparles el sol.
La pequeña los miró y como si fuese una gracieta les dijo:
- Las once en Canarias.
- ¡Hostia!
Y empezó a correr el champán, brindando por un año que estaba por entrar. Al fin y al cabo la suerte hay que buscarsela.
P.D. Este para MRosa, que nos hace poner las campanadas de Tenerife. Porque por mucho que echa de menos su tierra, siempre se lleva lo que se quiere en el corazón.
yo lo he visto tarde, como siempre en mi vida.... y por youtube... yo las comí en directo desde Las Tendillas.... que por cierto, me aguaron la noche y me acosté aún más temprano que un día cualquiera... así he comenzado el año... así....
ResponderEliminarbesos
¡Que mejor manera que empezar durmiendo y descansando!
EliminarEs una buena lección. Sea como sea el desastre (grande, pequeño, simbólico, insustancial) siempre hay un reloj a punto de dar las 12 en alguna parte. Hay que mirar hacia delante.
ResponderEliminar¡Como que no nos queda otra! A mi me gusta recordar el pasado, tenerlo presente para no dar un castañazo futuro clavadito a otro anterior.
EliminarSe le agradece la visita HobreRevenido. Le preparo un café.
Yo las escuché por la radio y esta vez he conseguido comérmelas todas. Feliz y, sobre todo, próspero 2015. Besos.
ResponderEliminar¡Feliz Año Jose Felipe! Que sigamos leyéndonos.
EliminarLa suerte hay que buscarla siempre, absolutamente y eso es un trabajo pero alienta bastante. Yo lo celebré junto al mar así que aunque no me las hubiera tomado a tiempo(que ha sido el pimer año que sí, pero xq eran mini...)pues no le puedo pedir mucho más a un comienzo cuanto menos diferente que era lo que buscaba. Besos gordos y que rule la buena suerte
ResponderEliminar¡Pues ya es empezar bien no atragantarse con las uvas y encima cerca del mar!
EliminarSuerte Lorena. Y besos.
¡Sí señor! ¡mola!
ResponderEliminarAdemás ¿no habíamos quedado en que los años comienzan en septiembre?
Salud!
Precisamente ayer venía recordando eso. Que los años, de verdad, empiezan en septiembre.
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