Se querían pero aún no estaban seguros si serían la pareja ideal. Decidieron darse un tiempo, conocer otros lugares, follar con cien personas distintas y después los dos se unirían para siempre. Convencidos de un amor imperecedero. Él hace tiempo que terminó la cuenta y la está esperando. Ella lleva años estancada con el décimo octavo.
Él
Hace 4 horas
Sí, creo que en el mundo real eso es lo que pasaría.
ResponderEliminarSi. A mi me da que también. En el fantástico podemos hacer mas cosas pero luego... ¡ A saber!
EliminarEres tan grande...
ResponderEliminar¡No mujer! Metro noventa y cuatro.
EliminarUn micro muy tierno, Besos.
ResponderEliminar¡Gracias! Aunque no le veo el punto tierno. Quizá lo que quiero es buscar esa insatisfacción permanente en la que vivimos. A veces no nos deja ver que lo que tenemos es la hostia.
EliminarEs que entrañaba su riesgo...quién sabe, quizás también se canse y la espera no sea tanto. Si no ,al menos espero que el paseo por cada número haya tenido mucho mambo!
ResponderEliminarEs un micro Lorena. Para ese tipo la espera va a ser eterna. Se va a quedar ahí todo lo que dure el blog. Eso si, si quieres usar el micro y continuar como relato... ¡No te cortes!
EliminarElla se había cansado de destrozar muñecos a su antojo y aquél número redondo se le antojaba toda una promesa.Se relamió,no sin cierto remordimiento por el que la esperaba eternamente...pero lo cierto es que no lo podía evitar.
EliminarEl eterno desesperado y enamorado acudió como todos los meses al mismo café,mismo sitio y misma hora ,esperando que ella hiciera al fin su aparición estelar...pero nada.Pero aquél nueve de Mayo algo por fin cambió.La puerta del local se abrió y un chico con aire despistado buscó entre las mesas.Nuestro protagonista se ruborizó al ver que se dirigía con paso firme y se sentaba en su mesa.Apuró un cigarrillo deprisa y llamó al camarero para pagar la cuenta,pero Dieciocho le agarró del brazo con afán de preguntarle algo para resolver el enigma de aquélla mujer tan voluble.Pero nada sucede como se espera...Se miraron fijamente y comenzaron a besarse como si el mundo se fuera a acabar y se fueron abrazados buscando algún rincón apartado .La vida era un libro abierto por descubrir y gracias a aquélla chica que seguría buscando qué vestido ponerse para una cita inexistente,dos hombres tan distintos y cansados de esperar...al fin se habían encontrado.
Me gusta. Me gusta mucho como deja de esperar.
Eliminarpues le queda..... pobre hombre.... con lo que nos cuesta a nosotras decidirnos.....
ResponderEliminarjajajajaja
Como le digo a Lorena... ¡Toda la eternidad!
EliminarYa se sabe que los hombres somos más promiscuos que las mujeres.
ResponderEliminarY mas tontos José Felipe, mucho mas tontos.
EliminarBuenísimo!
ResponderEliminarRealismo puro. Si el amor hubiese sido imperecedero, no habrían necesitado ese viaje por cien personas distintas (y qué cansado, además).
ResponderEliminarComo dice Tesa en su frase de Unamuno: Que no sabemos que nos pasa, eso nos pasa. (O algo así.)
EliminarDicen los que saben que a los 18 se está muy bien...
ResponderEliminarSaludos
J.
A los 18 o al 18.
EliminarLo mejor es ir encontrándose de vez en cuando. No se... cada vez que alguno llegue a una pareja que sea divisible por cinco. Y así aprovechan la rima.
ResponderEliminarMucho mejor idea. Hay que quererse todos los días. Y si no se puede... al menos los meses que tengan mas de diez números primos. ; )
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