Mi chica me pregunta si he visto a la "muñequita" guapísma que está limpiando mesas. Le contesto la verdad, que si, pero que no le he echado muchas cuentas. Es entonces cuando me fijo. Es cierto. Es guapísma. Y sé porque no se había quedado en mi retina. La vi de pasada, con su camiseta ancha y gris cuando me fijaba en la mujer de tipo griego con nariz aguileña y vestido corto verde que llebaba la bandeja con las copas, cuando recogió una taza de la madre de poco pecho que cada vez que se acachaba a hacerle cucamonas al bebé dejaba ver un escote amplio sin un sujetador que ocultara nada. Creo que fue ella también la que le entregó unas servilletas a la mulatona de la barra con el culo mas redondo y apretado que he visto en lo que llevamos de primavera, y estoy convencido de que que también se fijaron en la "muñequita" cuatro mujeres con tatuajes y piercing que se comían la boca. Una con la boca pequeña, roja, de esas para imaginarla haciendo dibujos en la piel.
No, no me había fijado en esa chica tan guapa, entre otras cosas porque tenía en frente a una mujer impresionante, con gafas y pinta de secretaria del un dos tres, con piernas kilométricas y una sonrisa que cuando me mira se contagia. Y es que uno no tiene tiempo, ni ganas ya para ir fijándose en niñas. A mi, de siempre, me han gustado las mujeres.
Me pasa lo mismo... de hecho, aún no me he fijado si mi vecina ha empezado a pasar calor en su piso, y se pasea como a mí me gusta (e intuyo que a ella también), de aquella manera... porque afortunadamente, la alianza de casado no me ha atrofiado el nervio óptico, ni los cuerpos cavernosos, ni nada de eso.
ResponderEliminarEl puntito voyeur es difícil de erradicar. A veces incluso creo que dan ganas de coger la cámara con su objetivo de 300mm y aprovechar el paisaje urbano y femenino que se nos presenta en primavera.
Eliminary ahora que llega la primavera que vas hacer?? no vas a sufrir ná gachó!!
ResponderEliminarPara verano ya estoy curado de espanto. Bueno... para otoño.
Eliminarjo...como molas, Bubo...y esa de las gafas tiene que estar encantadita contigo.....yo de mayor quiero un novio como tú
ResponderEliminarLa primavera nos altera "a todos y a todas" (como decía en su eslogan esa política que se presentó a alcaldesa luego fue ministra de sanidá, la mari trini). Yo ando incluso publicando comentarios en tu blog y en otros... Mi socio dice que con la llegada de los vencejos se le van los ojos detrás de las féminas con muchísima mas frecuencia, la misma con la que se le levanta el rabo. je je. A otras nos da por pasear con el spotify a tope respirando luz... Uff como me enrollo. Se nota que he estado encerrada siete meses en estado catatónico. Bueno, Don Bubo, a seguir...
ResponderEliminarMe pongo las pilas Porcia. Y no. no me ha pasado nada. Nada malo. De vacaciones. Y entre la Semana Santa y un viaje a Fuerteventura que me habían dicho que había playas de puta madre... ¡Que no me acuerdo de nadie!
EliminarAhí, ahí. De treinta años para arriba, como debe ser. Las niñas, para los niños. Además, y salvo algunos enfermos que siempre hay, ya la Naturaleza se encarga de demostrarnos las diferencias.
ResponderEliminarQue por cierto, también en eso nos ganan ellas: siempre han preferido los tíos mayores.
Será que, con tanta hermana, me sale una vena femenina en ese sentido. A mi, de siempre, las señoras. (Aunque no hago ascos a casi nada.)
EliminarAnde andas, Bubo? Ya tengo hasta nuevo blog y tú sin enterarte. Espero que todo vaya bien ;)
ResponderEliminarPorcia (en el círculo dorado)
No es fácil fijar la vista en algo concreto cuando hay tanto que ver.
ResponderEliminarAdemás, en general, los hombres y las mujeres encontramos atractivas a tipos diferentes de mujer.
Un abrazo
Bueno, yo tengo suerte, a mi me gustan las que les gustan a ellas y las que les gustan a los tíos. Lo que viene a ser... (casi) todas.
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