Me desperté temprano, preparé café, y aprovechando que aún quedaba pan del día anterior preparé un desayuno molinero como me enseñó mi padre. Mucho pan, mucho aceite, mucho bacalao y ajos de Montalbán. El caso es que aún era de noche cuando salía con la bicicleta, era un día que no había podido dormir, la tormenta no me había dejado hacerlo en toda la noche. En Córdoba no se veía un alma cuando salí a la puerta , y entonces, enfilando la calle con la bici lo vi.
¿Como iba a imaginarme que el tipo era especial? Si, era eslavo, o rumano,no sé, vestía de negro y solo coincidí con él varias veces cuando bajaba la basura. Yo siempre pensé que la moda "siniestro" había llegado tarde a su país o que era un forofo de estos de Crepúsculo, o simplemente, que siendo un Erasmus podía hacer en España lo que le saliese de los huevos porque nadie de su país estaba cerca para tener que dar cuentas después.
Se le veía cansado, mojado, su noche no debía de haber sido buena. Lo que no entendía era como podía salir con esta lluvia, tres días de agua y el tipo seguía con ganas de jarana. Me acerqué a él para intentar escucharlo y fue entonces cuando me sorprendió. Ni siquiera pude verle los colmillos, los sentí en el cuello, fríos, punzantes y noté como mi sangre se arremolineaba por subir a su boca. Ni siquiera pude gritar. Fue solo cuestión de unos segundos cuando el tipo calló en el suelo. Revolcándose, sufriendo, no quise seguir allí y comencé a pedalear pero no pude evitar volver a mirar de nuevo. Salía el sol. No quedaría nada de él. Mi desayuno se había encargado de dejarlo débil y el sol terminaría el trabajo.
Nada como los ajos de Montalbán, si es que to lo de Córdoba es bueno, ya ves.
ResponderEliminarSorprendente y estupendo, Bubo, me encanta tu manera de escribir.
Un beso.
Pues Jana... no estoy yo muy conforme con este micro. Pero se agradece, me gustan también los tuyos, pero aún no he tenido el tiempo que se merecen para adentrarme en tu blog.
EliminarVino, vuelve al sofá que aún deliras!
ResponderEliminarpor cierto, nunca he probado el desayuno molinero con bacalao.... está bueno????
¿¿Nooooo!! Para mi es imprescindible. Solo las sopas me cansan, pero con su miga de bacalao... uuummhhh. De desayuno y a veces hasta de cena para salir. El aceite impermeabiliza el estómago y no hace tanto daño el alcohol de después. Eso si, córtate con el ajo que salir de noche apestando vampiros puede ser una opción pero normalmente también se pueden ahuyentar rubias y morenas de buen ver.
Eliminarmmm... a estas horas de la mañana leyendo sobre un desayuno así me está entrando un hambre!!! jajaja
ResponderEliminar¡Coño! Son las tres y me está dando hambre a mi. Aunque ganas, ganas, de otra cervecita y una tapa de lomo.
Eliminarjajajajajajajajaja que buenísimo!!!!!! un final sorprendente donde los haya!
ResponderEliminarMaripili es que tanto "amanecer" me tiene hasta las narices y como el otro día me pillé un desayuno de estos... pues es lo que tiene.
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