Odio que me llamen por teléfono solo para follar. Sobre todo que me impongan un plan. Que me citen quince minutos más tarde y quieran que uno aparezca con todo el deseo en la polla. Odio que pueda dominarme de esa manera que vaya tras ella como un perrito faldero y le lama la suela de su bota. Que sepa que voy a comer las migas que me arroja, aunque sean de caviar. Odio a esa puta, pero ella es la que mejor me paga.
de American gigoló. |
quien paga manda!!!
ResponderEliminarsi no, que cambie de trabajo!!
Di que si, además como suele decires con el comer: Todo es empezar.
EliminarEl poder del dinero... todo lo consigue...
ResponderEliminarTodo, todo, no, pero hay que reconocer que facilita mucho el camino y da más opciones.
EliminarUn trabajo es un trabajo aunque en él se folle....
ResponderEliminarY como todo trabajo no siempre se tienen las suficientes ganas...
Un besazo
El trabajo no deja de ser una obligación y por mucho que nos guste las obligaciones suelen terminar cansando.
Eliminar(Coño, tengo la sensación, no, no es la sensación, es que esta frase la he "colado" también en el blog de Silvia.)
Creo que este gigoló se ha encaprichado de su trabajo.
ResponderEliminarA mi me da que si, que se queja de vicio.
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