Llamaron a la puerta con insistencia y al abrir me pusieron una pistola en la cabeza. El tipo la movía delante de mis ojos de un lado a otro. Sudaba. Tardamudeando me dijo que le pasara todo el costo que tenía. Lo miré a fijamente a los ojos y me adelanté un paso, el retrocedió, le señalé el pasillo. Un gran número dos señalaba la planta en la que nos encontrabamos.
- Te has equivocado. Es en la planta de abajo.
El tipo bajó el arma y echándose mano a la cabeza se disculpó:
-Tioperdona. Toyconelmonoy...y...
Comenzó a bajar las escaleras. Cerré la puerta.
Escuché como el timbre de mi vecino volvía a sonar con insistencia.
uggghhh y creia que mi vecino idiota daba problemas... jajaja
ResponderEliminarNo te creas, en el bloque, la verdad, nos juntamos muy buena gente.
Eliminartu vecino debería pobre una placa en la puerta de la calle, como los abogados..
ResponderEliminarmás que nada por no molestar a los vecinos
Si mi vecino no vino en su día a quejarse de mi, y seguro que tenía muchas razones, no voy a hacerlo yo ahora.
EliminarQue no tienes costo? pues me voy. Esto ya no es lo que era.
ResponderEliminarEs cierto Maripili. Esto ya no es lo que era. Hace años que entró la última bellota en casa y ni pensar en otro tipo de drogas. Aquí ya solo hay alcohol y todo lo más pastillitas juanola.
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