10/7/12

Pilates

Es el tercer día y ya no sabe que excusa poner. Le había dicho que la acompañaría en sus ejercicios de pilates. Que por las tardes, después de una siesta reparadora, los dos quitarían los muebles del salón, pondrían sus alfombrillas en el suelo, la de ella comprada hacía unos meses para seguir esos mismos ejercicios, la de él comprada hacía años para dormir en cualquier sitio, y empezarían a ejercitarse para tener un cuerpo ideal.
Esta vez se le habían acabado las excusas. Simplemente le dijo que no, que por fin había cogido el ritmo en ese libro que durante semanas se le resistía y que no pensaba dejarlo, que no tenía ganas. Fue ella quien apartó los muebles del salón, la que dejó su alfombrilla frente a la televisión y puso el DVD con una profesora americana, que había entrenado a infinidad de actores y actrices, y se comenzó a seguir los ejercicios que proponían. 
Él, desde el sofá, miraba de reojo  un rato la televisión, otro a la chica, a veces volvía al libro de Luis Mateo Díez, intentaba recordar por la linea que iba pero en cuanto leía tres renglones devolvía la vista a la los ejercicios de pilates. 
Después de un tiempo miró el reloj. La chica llevaba media hora haciendo ejercicios se la veía acalorada. Él, sin embargo, seguía tranquilo con el libro aún en sus manos. Cuando ella acabó, empezó a enrollar la alfombrilla. Entonces de un salto se levantó del sofá, la ayudó a colocar la mesa y las sillas en su posición habitual, estiró la funda del sofá, levantó los sillones y quedaron, exáctamente, como antes de la sesión. Una vez devuelto todo a su lugar era él quien estaba acalorado, secándose una gota de sudor que empezaba a resbalarse por su frente miró a la chica y le dijo:
- ¿Vamos ahora a la ducha? - Le dijo meloso - ¡Es que esto del pilates me cansa un huevo!

9 comentarios:

  1. el ejercicio mental sería lo que le tenía agotado, no?? porque se iba a escoñar!!

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    1. ¿Tu sabes lo difícil que es lo que hace esta gente? Yo estuve probando hace tiempo y, la verdad, me fue muy bien, pero te reconozco que hoy por hoy me cuesta.
      (Claro que mi chica es muy convincente y espera que todavía...)

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    2. espera que?? que le retires los muebles??

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  2. Bueno a veces uno se cansa más de pensar en lo que tiene que hacer o de todas las cosas que le rondan a uno...que de hacer unos cuantos estiramientos,pero hay que estirar más el cerebro que si no vamos para Neandertales

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    1. Lo del cerebro lo llevo bien, lo de los músculos es lo que más me cuesta.
      (Mens sana in corpore insepulto.)

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    1. Bueno, cada uno hace ejercicio como puede. A ella no le gusta nadar.

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  4. Vaya...ya me he alcanzado a mi misma...se me ha hecho corto. Voy a seguir releyendo!

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    1. Pues empiezo por el final, por los que marca google. Pero termino en un pis-pas. (Además te lo he puesto fácil, todo "micros".)

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