El poeta le canta a la hermosura.
A los cabellos de su dama a su porte y su perfil.
A su figura de sílfide, le alaba las piernas, su cientura, su pecho y su sonrisa.
El poeta junta las monedas que le ofrecen por su versos y, por fin, puede irse de putas.
Él
Hace 5 horas
Al final todos somos poetas buscando monedas, parecemos correctos, pero al final, todos nos vamos de putas
ResponderEliminarjajaja! que basto....
ResponderEliminarVaya, pues mira que pagar por lo que algunas - eso dicen - hacen gratis,...
ResponderEliminarTodos los poetas son iguales.
ResponderEliminarGilda... nos vamos cada vez que se puede. O nos dejan.
ResponderEliminarJuana... ¡hombre! ¡basto, basto! Tampoco n¿Nooo?
Charlotte... Es que las que lo hacen gratis, a veces, salen más caras y no solo por lo que afecta al bolsillo.
fiona... unos degenerado fiona. Por eso a mi me gustan más los micros y los relatos.