El otro día me fumé un cigarro en el salón de casa. Con su café, su copa de Lepanto y música de fondo mientras leía. Estaba solo, el humo no era cancerígeno para nadie, solo para mi, la música rondaba suave, sin traspasar paredes, y la cafeína y el alcohol no sobrepasaron niveles de tolerancia normal. Me sentó tan bien que cuando lo acabé un remordimiento me recorría el cuerpo.
He decidido prohibirme el tabaco y he tirado todos los cd’s piratas que había en casa. Voy a empezar a cuidarme y a cuidar mi ambiente. Y para ser más legal todavía, fuera el café y he vaciado en el lavadero todo el mueble bar, para no que no me pille de sopetón cuando lo prohíban.
El problema es que ahora casi no me hablo. Me escondo en las habitaciones con la ventana abierta para fumar y, en el frigorífico, he guardado una botella de Lanjarón, con ginebra. El café solo lo tomo en el curro y cada vez son más tazas para compensar las que no caen en casa.
Me estoy jodiendo la vida, pero al menos parte de ella se ve como un tío legal que se cuida. Que llegará a jubilarse y le quedarán muchos años para disfrutarla.
El día que me muera y me sorprenda, no se como decirme que he sido el culpable, no se como pedirme disculpas.
Nada, sólo se arrepienten los cobardes! Te perdonarás y si no...que te den! xDD
ResponderEliminar1besico!
No te crees nitú que vacías el mueble en el lavadero xD
ResponderEliminarfiena... seguro que me perdono.
ResponderEliminarIren... en cuanto lo estaba escribiendo me daba cuenta que era el fallo más gordo que le veía al relato.
En esta vida mejor es pedir perdón que permiso...
ResponderEliminarYo tomo café todo y más, porque la vida y el café hay que tomarlos a tragos largos y en caliente.
Fumadora, porque me gusta y escribir mientras el humo me toca la nariz me encanta, es el único que puede acompañarme en ese viaje creativo.
Y la ginebra con tonica, mucho hielo picado y se agradece un poco de lima natural.
Total que cuando muera no podre decir que fui una señorita honorable, pero si una vividora como me dio la gana, y no tendré que perdonarme simplemente porque solo tendría que hacerlo si pretendiera sobornarme, tomando agua, no fumando y tomando infusiones...
Ojo con esas tendencias tan sanas, que acaban secando el cerebro: el mundo está lleno de gente muy sana en lo físico y podrida en lo espiritual.
ResponderEliminarCuando no se está seguro de la intención, más vale descuidarse, pero feliz.
ResponderEliminarComo un adolescente cualquiera!! Con una botella con whisky guardada al fondo del armario, y un paquete de Lucky escondido entre los calcetines.
ResponderEliminarpues vas a ser el más honrado del cementerio... pero no se porque... pero no me lo creo (ni tú tampoco)
ResponderEliminarya......... y vas a usar siempre condón........
ResponderEliminarAy Bubo, si fuera tan fácil...
ResponderEliminarQue poca verguenza.... no ves que si dejaras esos vicios acabarías cayendo en otros mas gordos? que no que no, que hay que tener algún vicio en la vida, que para eso son dos días.
ResponderEliminarJuasjuasjuas, iba a decir exacamente lo que ha dicho Iren del mueble bar !!! XD
ResponderEliminarBubo, suerte que todavía te quedan otras sustancias de las que no he leído que te deshicieras! ;)
Yo no dejo el cafe ni aunque me apunten con una pistola en la cabeza... xD
ResponderEliminarVale, quizá no sea capaz de tirar el mueble bar por el lavadero. No dejo ningún vicio porque para eso uno es "relativamente" moderado. Pero vais a flipar cuano os diga que el jueves cuando salí por la noche solo me tomé una cerveza, todas las demás fueron sin alcohol.
ResponderEliminarEso si... por la mañana cayeron varios martinis en la Corredera, tres tercios en Los Gallos y una más en El Correo, y para acabar un cafelito y un whisky en el Boulevard.