Entra el sol con un poco de vergüenza en la habitación. Piensa que va a encontrarme con alguien y viene tímido, justificándose. Cuando llega a la cama y descubre que estoy solo es cuando se desparrama por la habitación. Como un niño que después de ser aleccionado para no despertar a los demás cuando se levanta se encontrase con el permiso de los padres y con su infancia llenase todos los rincones.
Sonrío cuando veo como se adueña de todo y me despereza.
Me carga las pilas. Pilas alcalinas para un día ajetreado.
Vivo en un bajo, y en mi dormitorio el sol no entra por la mañana ni aun pidiéndoselo por escrito. Será por eso que ando tan mal de energías últimamente. Aprovéchate, tú que puedes.
ResponderEliminarNo soy yo muy partidario de que este dando morcilla el sol a primera hora pero hay que reconocer que da un poquito de alegría. (Y si no quieres con bajar la persiana...)
Eliminaren mi habitación no entra el sol... entre que es un bajo y la calle estrecha, pero si que da en mi patio y en toda la galería... el sol es una bendición, disfrútalo...
ResponderEliminarbesos
Esa costumbre que tiene el Sol de salir por levante y ponerse por poniente, como que no deja un día a la improvisación. Ya sabes lo que le va a caer a tu casa siempre. Pero vamos que moverse está bien porque como decía "El Artillero" (uno de esos personajes de pueblo): "El Sosssss es de toooodos"
EliminarA mí me encanta despertarme con el sol en invierno... porque sale más tarde.
ResponderEliminar¡Usted si que sabe!
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