Vuelvo a la montaña.
Solo allí
o navegando en su pecho
puedo gritar el nombre sin que duela.
Cargado de alcohol,
pastillas y besos de campaña
sin repartir,
voy ascendiendo trechos
sin apagar el motor.
Encontraré el cielo en la cumbre
buscaré todo lo que amó
y al salir
limpiaré mis suelas
de las tristezas que engañan,
de las lagrimas que empañan,
de las rencores que faltaron por salir.
Él
Hace 5 horas
Gritar sienta muy bien,eso de limpiar las suelas me ha gustado mucho,¡vamos que me has inspirado!
ResponderEliminarCon un par!!!
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