Suena el runrun de mi mundo marrón.
Estopa.
Un tipo está haciendo arreglos en su casa. Se da cuenta que su taladro no funciona y decide pedírselo al vecino. Por el camino va pensando en lo que llamará a la puerta le pedirá el taladro, volverá a casa pronto y en menos de un día se lo devolverá.
Pero también le da tiempo a pensar que quizá el vecino no quiera prestarle el taladro. ¡NO! Su vecino es un tipo simpático. ¿Por qué no iba a prestarle el taladro? El no le haría ningún estropicio, y en caso de que sufriese cualquier percance lo pagaría. ¡Seguro! No iba a devolverle un taladro roto. Aunque quizá el vecino se niegue. ¿Y si no se fía de él? ¿Por qué no iba a fiarse? El no ha tenido nunca ningún problema. Al contrario siempre se ha ofrecido para lo que necesitase. Pero… y si el vecino no es igual. Y si no quiere prestarse. Da igual el motivo. Si no quiere no quiere. ¡Será cabrón! ¿Por qué no va a querer prestarle el taladro?
El tipo se encuentra en la puerta del vecino. Casi sin darse cuenta llama mientras sigue con su runrun. Su vecino abre la puerta con una sonrisa pero antes de que pueda preguntarle nada el otro le espeta:
- ¡TE METES EL TALADRO EN LOS COJONES!
Bueno pues así estoy yo. Haciendo cábalas. Pensando, repensando y ni siquiera me han abierto la puerta. Y temo, que cuando la abran me salga algo parecido a lo que contestó el tipo.
jajajaja... a ver si con tanta cábala vas hacer un "bujero" importante en la pared....
ResponderEliminarbesos.
¡Con lo malo que soy con el taladro no me extraña!
EliminarRespirar hondo antes de hablar suele ser un buen truco para no soltar alguna burrada...
ResponderEliminarUn beso.
No suelo soltar burrada. (Y escribo no suelo pero mas bien es: no las suelto.) Técnica muy efectiva la de respirar hondo, soy un fiel seguidor. También la de contar hasta diez.
EliminarUna vez conté hasta 1587, cuando fui capaz de contestar sin soltar una burrada el personaje se había ido creyéndose vencedor.