te devuelva a Abril.
Que tus gatos ronroneen en piernas
y duren cien años.
Que en tu cama siempre tengas
alguien con quien dormir.
Que nada de lo que quieras
te haga perder los sueños.
Que los fracasos sean
amigos a los que añorar.
Que el corazón no te reviente
de un mal genio, ni un engaño.
Que tus amigos sean siempre nuevos
y puedas llegar a mil.
Que todos te quieran como yo
pero no los eches de tu vida
en una madrugada febril.
muchos deseos buenos
ResponderEliminarmuchos deseos buenos
ResponderEliminarEsta entrada no corresponde a esta fecha. Esta entrada es de hace años y ha vuelto a colarse por ahí. Cuando las cosas ya no duelen ni tienen porqué.
EliminarEsto se puede cantar a ritmo de ranchera.
ResponderEliminar:)
Todito, buenaventura.
Pues la aficción a las rancheras me viene de ahora, estos puntos suspensivos son anteriores. Muy viejos diría.
EliminarEl espíritu de Sabina se ha apoderado de ti
ResponderEliminarMientras no sea el de los Back Street Boys o la niña esta de Disney... (Bueno, la niña ya si se puede apoderar de mi.)
EliminarAy, eso de despedirse de alguien a quien amas y sin rencor. Tiene mérito, porque no es fácil, y hasta es perdonable ese echar en cara el final.
ResponderEliminarMe gustó
Un beso
Si no se echa en cara, al menos un poquito, no es una despedida completa, al menos no sería franca.
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