Mi padre me hizo prometerle, de pequeño, que el día que falleciese estaría a su lado. Que ese día, con un simple gesto, me transmitiría todo el odio, todo el rencor que mi familia, desde antaño, les tiene a los "Álvarez-Garmendia"
Me fuí de su lado, precisamente, el día que decidí unir mi vida a Marta Álvarez-Garmendia. Ni ella ni yo queríamos saber nada de nuestras familias y pusimos entre medias un continente y dos hijos con unos apellidos irreconciliables al otro lado del océano.
Solo mi hermana llama de vez en cuando para saber de nosotros. Hoy el teléfono ha sonado con su nombre. Lo he cogido y en su voz, apenada, me ha dicho que padre había muerto. El timbre ha sonado en ese momento y dándole la buena noticia a Marta le he pasado el teléfono mientras me dirigía a abrir la puerta.
En el umbral, igual que la última vez que lo vi, estaba mi padre. Me ha puesto una mano en el hombro y ha desaparecido. No se cuanto tiempo he estado delante de la puerta pero cuando me han llamado me he girado. Mi mujer traía unas copas y una botella para celebrarlo. La verdad... ¡No se porque coño querrá celebrar la muerte de mi padre esa puta!
Él
Hace 4 horas
Hay que ver que rencoosos son los muertos!!!
ResponderEliminarComo que no tienen otra cosa mejor que hacer en toda la eternidad que meterse en la vida de los demás.
EliminarLas promesas están para cumplirlas.
ResponderEliminarY más a un padre...
EliminarGuauuuu, qué bueno! Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Ana. ¡¡Como mola ese corazón!!
EliminarJAJAJAJA muy bueno a verdad, me ha gustado mucho...
ResponderEliminarGracias Xania. Espero que por ahí haya algo más que te guste. Es solo cuestión de "sentir el momento".
EliminarMuy buen, esa reversión de la promesa, y la circularidad (esa palabra no existe, verdad?)...y la última frase del penúltimo párrafo...brutal!
ResponderEliminar¡Jo, Silvia! Me has hecho buscar "La promesa" por medio google a ver como es el relato y no tengo ni idea de a cual se parece. He encontrado promesas por todos sitios. Por cierto un relato de Sacheri bueno, pero es que he visto varios que estoy deseando leer. Nos leemos.
EliminarPues sí, es de muy mal gusto cerebrar la muerte de alguién,sea la de quién sea; incluso se dan casos de que se trata de un@ malvado y encima se va sin castigo.... y otra cuestión ¿los muertos se van? no lo tengo tan claro......
ResponderEliminarQue se mueren es fijo, luego... a saber donde se meten.
EliminarQue bueno! no lo entendía y con los comentarios menos, lo he releeído y sí! al fin lo he pillado!
ResponderEliminarBuenísimo, Bubo.
Siempre es bueno una segunda lectura. por si acaso.
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