Sancho Panza repitió, palabra por palabra, la descripción que el difundo don Quijote le había hecho de Dulcinea.
Verde de envidia, Dulcinea masculló:
-Conozco a todas las mujeres del Toboso. Y le puedo asegurar que no hay ninguna que se parezca ni remotamente a esa que usted dice.
de: Marco Denevi.
Él
Hace 4 horas
Ostras! qué bueno! pero discrepo....yo sí soy la mujer perfecta.
ResponderEliminarQue conste que pongo esto no porque lo crea de verdad, sino porque soy la primera y es un chiste fácil que harían seguro, así las fastidio a las demás y se tienen que currar un comentario más original....(jijiji)
jajajaj, qué bueno! Desde luego, si es que no hay más ciego que un loco enamorado. La Dulci estaba celosona eh??
ResponderEliminar1besico!
MariPili... a mi no me mires. El micro es de Marco Deveni.
ResponderEliminarfiona... La "Dulci" lo que está es con los pies en el suelo.
Muy bueno, y cuánta razón. Aunque tampoco está mal ser un poco quijotesco y ver gigantes, princesas y castillos donde solo hay molinos, mujeres reales y ventas. Por cierto, y mira que es casualidad, tanta que no quería decirlo: casualmente esta mañana me he puesto un ratillo aquella miniserie de TV del Quijote, que me encanta. Cualquier día vuelvo a agarrar el libro.
ResponderEliminarRaul... yo creo que recordé el micro de Denevi por que hace poco leí un artículo de Fernando Rey.
ResponderEliminarMe viene a la mente aquella frase de Woody Allen en "El dormilón": "las chicas del Playboy no existen".
ResponderEliminarSi es que la envidia es intemporal, oye.
Nos consuela saber que el hombre ideal tampoco... ;P
ResponderEliminarPero vamos, que como dice Fiona, solamente enamorados vemos lo que en realidad no es para tanto :)
Si nos valorásemos más... nos llamarían engreídos. No sabe uno cómo hacer.
ResponderEliminarlo admito, no existen, pero los hombres tampoco!
ResponderEliminarPaseante... existir, existen, lo que no se es donde las esconden.
ResponderEliminarCMQ... Hace poco una amiga dejó en facebook una imagen donde el esqueleto de tres mujeres estaba sentado junto a una mesa. Abajo ponía: Mujeres esperando al hombre perfecto.
Y es que ¿a quien se le ocurre esperar a la hombre o a la mujer perfecta? Con lo fácil que sería encontrar la persona que te haga feliz.
Ana... yo prefiero pecar de engreído. De cara para afuera al menos.
Juana... ¿aún no me conoces verdad? Jeje
Perfecta para unos, imperfecta para otros, cuestión de gustos.
ResponderEliminarIren... para gustos... lo colores. (Nadiel dixit)
ResponderEliminartodo puede suceder...
ResponderEliminarLlamándose 'Dulcinea' no podía ser la mujer ideal...
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