Abro la puerta. Me empuja contra la pared. Me muerde el labio. Me desnuda. Tropiezo mientras me lleva a la cama. Se desabrocha su falda rápidamente. No me deja actuar. Se encuentra encima de mi y empieza a follarme. Ni siquiera me deja quitarle la camisa. Me corro en minutos y entonces se levanta. Me mira. Toma nota.
Creo que no la volveré a ver.
¡Dios! Una comehombres valorativa...
ResponderEliminarAsí que es verdad que aún existen. Vaya.
La tasapolvos, la llaman.
ResponderEliminarProbablemente la verás más veces.
ResponderEliminarEs cansino el aguantar siempre los clichés establecidos, y hay días que tiras de la coleta, agitas la melena...¡y actúas!
El que no proteste tiene mucho, casi todo ganado.
ten cuidado con la nota, el resultado puede minar la salud mental..... jajajaja!!
ResponderEliminarjuana la loca
tan solo sería preocupante si fuera tu uróloga, sino lo era, seguro que la volverás a ver.
ResponderEliminarPaseante... años que no veía una de estas.
ResponderEliminarTesa... no me dio tiempo a preguntarle el nombre.
Fiebre... tampoco me va a quitar el sueño.
Juana... ahora? ya? Como si me quiere suspender.
Maripili... bienvenida sea, para la próxima.
Ayyy, yo quiero un empotramiento de esos contra la pared...
ResponderEliminar1besico!
jajaja....que bueno....muxusssssss
ResponderEliminarfiona... ¿te has planteado ser tú quien empotres? Venga que seguro que te sale bien.
ResponderEliminaranika... gracias.
Tampoco me importaría...jajaja
ResponderEliminarJajajajaja, no comment.
ResponderEliminarNo has contado si ella se corrió... Quizás vuelva a intentarlo.
ResponderEliminarfiona... después te mando la dirección y me haces esa visita.
ResponderEliminarMaria... pues tampoco te respondo.
Charlotte... la próxima vez que venga, si no tiene tanta prisa, le pregunto.