El desgraciado se puso a cantar eso de "reloj no marques las horas" justo a las ocho y cuarenta y cinco. El reloj le sigue la corriente y lleva lo menos hora y media sin avanzar un puto segundo. Le he pedido la porra al vigilante de seguridad para hostiarlo y he amenazado al minutero.
Por fin parece que voy a poder salir del trabajo.
Al que habría que hostiar es a quien se puso a cantar eso un cuarto de hora antes de salir. Porque el reloj se ha limitado a cumplir con sus instrucciones.
ResponderEliminarSeguro que el que cantaba era un pelota.
eso me pasa a mi cuando apenas hay clientes que el tiempo se relentiza .... me da hasta angustia....
ResponderEliminarjajajaja
ResponderEliminarO el que cantó era el jefe, y entonces sería comprensible que lo hiciera y que no se tomaran represalias contra él, o es un compañero que merece un escarmiento. Pero que parezca un accidente.