La chica es impresionante. Al bajar un escalón la maleta cae y se abre. De ella aparecen varios conjuntos de ropa interior, dos zapatos de tacón, minifaldas como la que usa y dejan poco a la imaginación, un consolador, dos cajas de preservativos y una daga florentina manchada de sangre. La gente sonrié al verla acacharse para recoger. Un señor se inclina a su lado e intenta ayudarla sin saber que coger o como. Se decide por la daga mientras se la acerca. No la devuelve a su lugar, se la guarda cerca. El hombre le pide acompañarla y entonces ella le sonrie mientras se palpa el bolso.
El día que se me caiga a mí la maleta, van a flipar.
ResponderEliminares el comienzo de una novela de suspense??
ResponderEliminarMi maleta solo tiene que envidiarle la daga, creo...
ResponderEliminarEn una maleta lo más fácil de guardar son las ilusiones y el desencanto. Siempre hay bolsillos para eso.
ResponderEliminar¿El comienzo Juana? He olvidado poner en Etiquetas: Laboro. No me da para tanto.
Una chica interesante Irene... habrá que buscarle al menos una navaja suiza.
La maleta de una mujer no es sino una ampliación de lo que puede llevar en su bolso por lo que veo :)
ResponderEliminarLa maleta de una mujer no es sino una ampliación de lo que puede llevar en su bolso por lo que veo :)
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