Desde que empezaron a salir se hablaban poco, pero se entendían bien. Ella le hacía una llamada al móvil sin esperar que contestase. Un toque de buenos días. El se lo devolvía para desearle, con otro toque, lo mejor de sus sueños. A media mañana, entre cerveza y cerveza algún timbrazo más para recordarse, para añorarse. Quizá alguno más por la tarde y nunca faltaba ese en el que los dos se acostaban, prácticamente a la vez para desearse en la cama unidos.
Exáctamente no se en que momento esos Rinngg comenzaron a decir: Hijo de Puta.
Cada vez más incomunicados con tantas comunicaciones!!
ResponderEliminarbuffff joer que se me había olvidado el final, pa que me lo recuerdas!!
ResponderEliminarSe nos rompio el amor...............
ResponderEliminaryo a mi marido le tengo puesto un timbre solo para él, para así cogerle el movil si me da la gana!!
ResponderEliminar