Era la primera vez que me era infiel. ¡No!. Era la primera vez que me decía que se había ido con otro. Por su puesto nadie dice: Te he puesto unos cuernos que no vas a poder entrar por una puerta de cochera. ¡No! A mi me dijo que había salido con las amigas del trabajo, que tambien había amigos allí. Y que, después de unas copas, el Luisma la hubía invitado a escuchar el disco de Pink Floyd que ella había buscado con tanto ahínco desde hacía unos meses. Casualidades de la vida, que le dicen a eso. Y claro. Terminaron follando. Ella me dijo, simplemente, que durmieron juntos. Pero en ese sueño cayeron dos polvos.
Ahora me toca decirle que no se preocupe, que lo importante de una relación es precisamente la sinceridad. Que nunca he sido celoso y que la quiero tal como es. Ahora me toca decirle que puede contar conmigo siempre que me necesite, que estaré ahí, para lo que ella quiera. Que podemos seguir como si nada. Le digo todo esto mientras se cobija en mi pecho, mientras le busco la boca y espero hacerle el amor. Para quererla de por vida. Ahora le digo todo esto.
Lo que no pienso decirle es que su amiga Victoria la chupa mucho mejor que ella.
pero no acabas de decir que la sinceridad es lo más importante..........no te aclaras!!!
ResponderEliminarEs que los finales pastelosos... ¡coño gatuna! ¡Que no me salen! No se como lo hago que el puntito cabrón asoma sin darme cuenta.
ResponderEliminares que son muy morbosos los puntitos cabrones....a mi me ponen!!! y más hoy!!!
ResponderEliminarme parece genial, quién quiera saber que se compre un libro!! Yo no creo en la sinceridad; la verdad creo q aveces hace demasiado daño
ResponderEliminarChungo... esos deslices siempre sientan precedente.
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