4/8/24

Perder el bus.

He llegado diez minutos antes de que el autobús salga. El tipo de información me dice que espero mientras atiende el teléfono. Mientras habla noto su ojos en mi escote. No es el primero ni va a ser el último que me eche una ojeada así. Se pone de pie para atenderme, es alto y tiene buena planta. Calvo, mayor y con barba. ¡Con lo que me ponen las barbas! 
¡No jodas! Le suelto al tipo cuando me dice que no tengo autobús. Y parece que se le hace la boca agua al imaginarlo. Pero... ¿Cómo que no hay autobuses? Y empieza explicarme algo de una empresa que quiebra y una consejería que no hace nada. ¿Y a quién me follo yo esta noche? Pienso mientras le miro la boca al tipo. 
No soy la única. Conozco a alguien con quien he coincido otras veces en el autobús. Una chica que se baja una parada antes que yo. Es guapa la cabrona. Lleva un vestido azul ceñido que le marca un poco las brasileñas. Otra a la que parece que también le han fastidiado el plan. 
Llamo a Sebas. No me lo coge. Me dijo que estaba en el cumpleaños de su hijo y dejaría al nene con su ex para tener un sábado glorioso.  Ella está llamando a un tal José. Parece que es imposible que pueda venir a por ella. Pego la oreja por si puedo acoplarme al plan. Una señora llega para el mismo autobús. Pero tiene menos paciencia. Se va sin siquiera mentarle la madre a los  de la compañía de transportes. 
Me suena el móvil. ¡Joder podías venir a recogerme! Es solo una hora, le digo a Sebas. Pero empieza a poner excusas, que ha bebido, que tiene que pedir el coche a su hermano. Que si no está la cosa por juntarnos pues... lo dejamos para otro día, me suelta. Y a mi no me da tiempo a cagarme en sus muertos cuando ya me ha colgado. 
El calvo de información se viene a donde estamos la guapa de las brasileñas y yo. Nos dice que hay un tren que sale en unos minutos que quizá podamos cogerlo y aunque no nos deje donde queremos pueden recogernos cerca. Ni a la guapa, se llama Majo ni a mi nos apetece seguir con el plan. El tipo nos dice que le sabe mal vernos esperando y nos invita a una cerveza en la barra de la estación. Caen tres antes de que nos vayamos a otro bar. El viejo tiene labia. Parece que le tira mas Majo pero no se corta en mirarme el escote y cuando me doy la vuelta veo desde el espejo del garito que tampoco se pierde mi culo. La falda corta que llevo, aunque tenga flecos,es una tentación hasta para mi. ¡Que gilipollas el Sebas! Y es entonces mientras estoy en el baño cuando decido que me lo voy a follar. Voy con todo cuando regreso a la barra. Labios pintados, escote mas bajo y muevo las caderas como si fuese la chica de Ipanema. No está casado o eso dice, tiene piso y mañana vuelve a currar pero sin prisas. No debe tenerla por que son las once de la noche y, un sábado, cualquiera con familia ya estaría acostando niños. Majo es la que va ahora al servicio. Creo que ha tenido la misma idea que yo por que ya no la veo guapa, la veo que está buenísima y tremenda. Ella coge a Alvaro, nos enteramos de su nombre a la segunda cerveza, por la cintura o mas abajo. 
Después del ronroneo de las dos, Álvaro está calentito. Nos pide un minuto, es él el que va al baño ahora y me juego con Majo la noche con él. ¿Y si vamos las dos? Me propone. Y no se me hace la boca agua al pensarlo por que he contestado muy rápido : ¡Hecho! 
Cuando vuelve Álvaro nos pegamos a él. Se lo vamos a dejar claro. No tienes que elegir. Nos vamos contigo. El viejo sabe que le acaba de tocar la lotería y ni se lo piensa. Está por currarselo y salimos del garito. No pide taxi. Vamos al hotel. Saca su tarjeta y mientras esperamos en el sofá del hall paga una suite. Esta visto que está por agradar. Yo me pego a Majo y el doy un tiendo a su culo. Ella me muerde la oreja y cuando llega Alvaro nos llevaa por la cintura al ascensor. Marca el último piso. ¡Joder con el informador! Se lo ha currado. 
Antes de cerrar la puerta Majo y yo estamos besándonos. Él se une a ese beso con la lengua buscando nuestras bocas. Majo le da la mano y nos conduce a la habitación. ¡Es enorme! 

El cabrón sabe lo que hace, con la minifalda por la cintura me está comiendo el coño con las bragas puestas mientras soba las tetas de Majo. Yo no puedo evitar darle un mordisco en sus muslos que ella recibe con un gemido. Pido tregua. Tengo que ver el culo de Majo, así que me pongo a desnudarla. Alvaro se queda en la cama se relame el labio superior que debe tener parte de mi calentura y se quita los zapatos casi sin mirar. Me pongo detrás de Majo y se la muestro a Alvaro. Le doy una cachetada en el culo por no darle un mordisco y quedarme con ese trozo de carne tan apetecible. Ni si quiera me había dado cuenta que no tenía sujetador. Álvaro se masajea la polla mientras la mira. Y entonces la tiro en la cama junto a él. Se besan y aprovecho para quitarme la camiseta. Los dos. al unísono, me dicen que pare, Que no hay prisa. Alvaro dice que está deseando verme esas tetas desde que llegué preguntando al mostrador, me pide que lo haga con parsimonia, cuando ve mi cara me repite que lo haga despacio. Lo he entendido a la primera cabrón, le replico. Ahora no vas a probar estas tetas hasta que te portes bien y los hago espera mientras me quito el sujetador sin perder la camiseta. Me la voy  subiendo  con la lentitud que pide Alvaro. Majo está absorta también en mi escote mientras le toca la polla a Alvaro por encima del pantalón. Cuando mis teta caen al pasar la camiseta por encima me encanta ver la cara de los dos Pura Lascivia. 
Ahora te toca a ti, listillo. Le digo a Alvaro. Con muecas se hace de rogar pero Majo le da una cachetaa y lo pone frente a la cama. Se quita los calcetines. ¡No, no! Pedimos mas las dos en la cama. Yo me he puesto detrás de Majoy tengo mis tetas en su espalda. Ella me acaricia los muslos, cada vez mas arriba. Álvaro se quita el polo de su uniforme. El hijo de puta esta bien para la calva que se gasta. No llega a tener el cuerpazo de Sebas pero tampoco llega a fofisano. Y se sabe mover bien para quitarse los pantalones. Majo y yo nos decojonamos cuando le vemos los boxer que tiene. ¡Colores por todos lado! No le pega nada. Intenga acoplarse junto a las piernas de Majo pero le las dos le insistimos. ¡Mas! Así que vuelve a colocarse delante y mostrandonos su culo mietras lo mueve, es peludo pero no da asco termina por quitarse el boxer. Cuando se giro se nos queda apuntando su polla. Ni grande, ni pequeña, pero si bonita. A mi me gustan las pollas grandes, pero estoy convencida de que puede dar juego. Ahora si, le pedimos que se una en la cama. 
Yo me voy a por esa polla. Me han entrado ganas. Majo lo besa como si fuese a comerselo. Lo toca y lo soba. Le incorpora y le pone su coño en la boca. La miro a ella mientras se la como. Majo me observa se inclina un poco y me coge el pelo. Me pide un poco y durante unos segundos, hacen un sesenta y nueve precioso.  
Levanto a Majo y le agarro las tetas mientras la beso. Álvaro aprovecha y se pierde de las piernas que lo retenían. Noto una mano en mi espalda. Me incluno y tengo el coño de Majo en la cara. Aprovecho para una lámida mientras Álvaro me la mete. ¡No! No es como al polla de Sebas que me llena el coño, pero el hijo de puta se mueve mucho mejor. Creo que me ha descubierto el punto por que estoy para correrme. Majo paga las consecuencias y recibe un bocado en el muslo. Cabrona me dice. Me las vas a pagar. Y mientras me corro. me coge del pelo y me llevo de nuevo la boca a su coño. Álvaro para, no quiere que el juego termine y se pasea por la cama. Busca su sitio entre Majo y yo y se pone de pie en la cama para que Majo se meta su polla en la boca. Parece que sabe hacerlo muy bien por que el calvo grita como si le fuese la vida. Le saca la polla a Majo y le chorrea un liquido preseminal. por la boca. Se cree director de cine cuando nos pide que nos pongamos en un lado de la cama mirando el espejo. Nos miramos las dos y le dejamos ver nuestro culo mientras nos vemos reflejadas. Le mete la polla primero a Majo, dos sacudidas, después a mi, otras dos. Va alternando entre una y otra mientras las dos no besamos y le miramos a través del espejo. Parece que va correrse y nos separamos de él. Estamos ahora boca arriba con nuestros coños pidiendole atención. Cambia la polla por la lengua. Mientras me lame el coño, toca el de Majo. Después alterna. Nosotras nos vamos sobando una a otra. Entonces caigo en la cuenta. Majo no se ha corrido aún. Y le pongo mi coño en su boca. Álvaro empieza a follarla con ganas, con insistencia mientras yo me inclino y le voy masajeando el clítoris. Un chanquetazo en el culo, otro. La cabrona me está dando duro pero le respondo cogiendo su clítoris con los labios. Gime. Álvaro está para corrrse lo noto en su cara. Saca la polla y se la recojo para engullirla. Noto el chorro de semén en la garganta. ¡Ni una gota fuera! Servicio de limpieza con la lengua recorriendola. No dejo de lado el coño de Majo que se contrae e intenta cerrar las piernas. Álvaro se lo impide con las suyas. Se corre entre mi boca y su polla. 
Estamos cansados. A Álvaro, después de correrse se le nota la edad un poco mas. Abre las cortinas de la habitación y nos enseña la ciudad. La terraza es mas que aparente. Majo se asoma desnuda y parece que su culo está pidiendo otro round. Álvaro abre una cajita. Una papelina que guardaba y la vierte en el cristal del escritorio. Pues ya es hora, le digo, y pidiendole a Álvaro una tarjeta empiezo a filetear. 
El teléfono suena, es Sebas. Que lo coja su puta madre. Voy a preparar el segundo Round. 
Mañana cogeré el bus. 

4 comentarios:

  1. Buen relato, espero lleve mucho de autobiográfico.

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  2. Mira que he perdido buses en mi vida, pero no, nunca he tenido nada digno de contar después :)

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    1. Yo he perdido pocos pero muy bien aprovechado ese tiempo hasta la espera del siguiente. Y... ¡sinceramente! Estoy deseando perder alguno mas.

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