4/12/19

Zape

El equilibrista se quedó parado a cuarenta metros del suelo. Una paloma se había posado en la cuerda impidiendo el paso. Desde abajo, el público le apremiaba a seguir. Un inconsciente dio un zapatazo y gritó: ¡ZAPE!
Los dos abandonaron la cuerda. 



5 comentarios:

  1. ¡Qué cabrón el que gritó! Se merece que le hayan caído encima. Si no el equilibrista, al menos una cagada de la paloma, jajaja

    ¡Qué bueno!

    Besos

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  2. La paloma cayó.
    El equilibrista voló.

    Saludos,

    J.

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