Aquí venía una entrada de un cambio de vida. De esos que te marcan y te enseñan mucho. De esos que crees que deberían de doler un poco pero es que ya dejaron de hacerlo. Solo quedan algunas de sus circunstancias: visitas paterno-filiales de fines de semana, una deuda impagable con la familia, otra que solo es económica y si se va pagando, y un reencontrarse con uno mismo. Atrás quedaron otras circunstancias como el resquemor, incluso con un poquito de odio, y sobre todo mucho miedo a que saliese el sol. A los nuevos días.
Esta noche vuelvo a dormir en un hospital. Como hace diez años. Pero no le temo a la salida del sol. Solo me queda darle las gracias por dejarme ver otro día. Hace diez años me cambiaron la vida, casi consiguen cambiarme a mi, pero solo durante unos meses.
Aquí venía una entrada de como y por qué me cambio la vida pero... Hay cosas mucho mejores que hacer. Al final, es solo una efémeride.
Al leer el título he pensado que se trataba del décimo aniversario del blog, pero por lo que leo, debe de tratarse de algo mucho más trascendental.
ResponderEliminarTe felicito por haber superado el miedo y esas otras cosillas, y por la gratitud que sientes.
Un saludo.
Lo mejor de lo peor es que enseña mucho.
Eliminar(El miedo, superado, superado... no está. Siempre hay cosas que acojonan bastante, pero si que esta mucho mas controlado y no es capaz de echarme atrás.)
los cambios de vida a veces no son bien recibidos, el hospital??
ResponderEliminarufffff espero que todo esté bien
mil besos
Pensamiento positivo... Ya está aquí la primavera.
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