- Ya voy saliendo del bache. - Le escucho a una mujer.
Y pienso que yo no es que esté saliendo del bache, si no que me he ubicado en él, que he puesto mi sillón y he encontrado una biblioteca. Que el bache, al fin y al cabo es confortable y... ¡Joder! Quedamos tantos ahí que incluso es divertido. El bache, ya, es mi casa.
Es la bache es la vida misma.
ResponderEliminar¿O era la vida misma es un bache?
En fin, eso.
Saludos,
J.
Uno u otra nos tienen fritos.
EliminarInteresante punto de vista. Eso es lo que se dice capacidad de adaptación.
ResponderEliminarConformarse con cualquier cosa le llaman otros.
EliminarTen cuidado por si se convierte en un socavón. Saludos
ResponderEliminarSiempre podemos buscar una pala y ahondar mas.
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