Sale con la cara blanca. El hombre que ojea una revista la tira a la mesa y se levanta. Se acerca.
- ¿Te has mareado?
El otro no contesta, solo hace una mueca.
- ¿Estas bien? - Vuelve a preguntar el de la revista.
- Que si papá que estoy bien. Es que me han sacado casi medio litro.
Y el otro le coge la cara le mira con los ojos vidriosos y le echa el pelo para atrás. Le aguanta la mirada a su hijo un segundo antes de poner su frente en la de él que es casi de su altura. Le echa la mano al hombre y lo acompaña mientras intenta poner todo su cariño diciendo:
- Serás gilipollas.
jajajajaja me ha encantado
ResponderEliminarEs que los tíos tenemos una manera rarita de demostrar afecto.
EliminarDónde estabas? me encanta lo que compartes. Tan cotidiano y rasposo.
ResponderEliminarPues me muevo poco del sitio. Si acaso me evaporo. Le preparo un cafelito para que se le haga ameno el lugar. ¿O prefiere un cubatita?
EliminarPensé que habría ido a donar algún otro fluido...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Sangre, de momento sangre.
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