¿Para qué tanta promesa en un altar?
A ellos les bastó jurarse amor con las manos entrelazadas en la Bocca de la Verita. Ninguno volvió con un muñón. Al fin y al cabo solo dejaron una mano dentro mientras lo hacían, la otra estaba ocupada negandolo todo.
Me encanta. Jodida doble moral...
ResponderEliminarY lo peor es que la llevamos de serie. Quizá la ocultamos durante años y un día sale sin darnos cuenta.
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