"EN UNA LIBRERÍA de viejo adquirí una caja de antiguas placas de magnesio de un fotógrafo rural, donde abundaban los retratos de niños muertos, repeinados y vestidos de domingo por unos padres arrasados de dolor. Morían los niños en los pueblos y los padres mandaban buscar al fotógrafo para tener un recuerdo que llorar, otra imagen para rezar. Y mientras el artista llegaba andando o a caballo, alguien vestía y peinaba a los niños como si hubieran sido invitados a un cumpleaños triste, amortajados de encajes y almidones. Para sus padres sólo eran ángeles dormidos, pero aquí en mi apartamento siempre serán niños muertos. Y lloran todas la noches."
De Fernando Iwasaki.
Ajuar Funerario
(¿Os he dicho que me gusta mucho este tipo?)
Me da un poco de yuyu
ResponderEliminarY a mi... ¡Mola verdad! Con esa historia de nenes y fotos... Uuugggghhh
Eliminarostras como mola!!!!
ResponderEliminarIwasaki es un maestro del micro y del relato. Mi debilidad sigue siendo Hipólito G. Navarro.
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