Añoro las querencia de la lluvia.
Querencia de portales y besos.
De dedos fríos bajo los jerseys,
de chaquetones con hojaldrinas
mordidas a medias.
De brindis anísados con toreros y vírgenes.
Querencia de tus labios quemados y
de tu pelo con olor a champú de frutas.
Querencia de tu piel.
Él
Hace 5 horas
Parece que se puede oler tu texto; al menos a mí me ha traído olores de recuerdos. Te ha faltado encontrarte en el bolsillo del abrigo el paquete de pipas que te dejaste a medias en el último partido.
ResponderEliminarLas pipas son cosa tuya. Me alegro que tú también encuentres las querencias.
EliminarBonita palabra, querencia
ResponderEliminarY bonito texto
Un abrazo
Un término muy taurino para explicar perfectamente el apego que podemos tenerle a algo o alguien.
Eliminaryo nunca he tenido de esos momentos, con novios anteriores no se el porqué, y con mi marido, como no tuvimos época de novios... pues tampoco, pero al leerte me ha parecido maravilloso, sobretodo para recordar
ResponderEliminarLas querencias son distintas para cada uno. Quizá un rincón del patio o de la terraza. Un jersey azul, la reja de aquella calle a donde vuelves cuando estás alicaída por que un día te dieron el beso que soñabas, incluso un blog donde escribes para ti, para todos aquellos que des/conoces y empiezan a ser parte de una vida.
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