Exiliarme en tus piernas, tu cintura. Olvidarme del sueño y perder cualquier ansia de ternura. Dejar mi copa beber solo de tu piel, como tapa me pido un pezón. No quiero parecerte cruel pero sigo en mi loco empeño de secuestrarte, solo unos días, en un hotel.
Guíame con tus dedos, para no perder la senda ni la cordura y deja que tu voz susurre con cada gemido las señales del olvido.
Dejar de lado cualquier sueño
de aquel ansia de ternura.
Beber solo de tu piel
que sigue intacta, sin dueño,
un sudor que sabe a miel.
Sin querer parecer cruel
seguir loco en mi empeño,
de secuestrarte en un hotel.
Para no perder la cordura...
Me estoy amariconando.
Entrar con mi cara en tu culo, la nariz apuntando a tu coño y con las manos apretar tus nalgas. Que gimas, que llores, que me pidas que siga y no pare. Morder tus muslos, tus brazos, voltearte, hacer un charco de saliva en tu ombligo. Follarte hasta que deje de dolerme el mundo. Hasta que olvide que es una mierda, que solo tú lo compensas.
Y esa copa que dejaste de lado, terminarla de un trago al final de un orgasmo.
Solo después, exiliarme de la cama.
la cata y la primavera te tiene muy inspirado...
ResponderEliminarla primera perfecta para subir la moral de cualquier mujer..
la segunda..... me ha calentado desde temprano.... te dejo... voy a buscar al negro....
Me he perdido estos días tenía que exiliarme un poco. Pero ya nos vamos viendo otra vez.
EliminarPues oye, me han gustado las dos caras de la moneda. Opino como Juana. Ay, cuantas veces apetece olvidarse del mundo en el sexo de un amante.
ResponderEliminarLa primera parte... ahí esta. Intentando ser algo que no lleva a ninguna parte. O al final.
EliminarToma, toma y toma.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Me alegro Charlotte. Tengo todas las indecisiones pero me gustan todas y esta vez han caído juntas.
Eliminar¡Que no me aclaro! Es lo que pasa.