Un día la lluvia me dijo que no me asustara. Que ella me cubriría. Que sus gotas esconderían mis lágrimas.
Un día me enseño que un paraguas tapa mucha vergüenza. Que también escondería mi cara, mi tipo, y si no al menos me impediría mirar más allá de mis zapatos. No ver nada, a nadie. Lo justo para encontrar el siguiente punto de apoyo para el pie.
Un día la lluvia me dijo que no solo enterraba a los seres queridos, que también podía hacerlo con los que me hacían daño. Me demostró que soy impermeable pero que puedo quedarme empapado en unos segundos.
Un día la lluvia me dijo que no me asustara y hoy me lo vuelve a recordar.
En ocasiones la lluvia es muy buena compañera. Pero con el tiempo, he aprendido a echar un poquito de menos al sol.
ResponderEliminar¡Ah no! Yo al Sol lo hecho mucho de menos. Lo que he aprendido es a no poner mala cara al mal tiempo.
Eliminarhoy esperando a que me tocara pasar la itv he estado con la lluvia y la música dentro del coche y me ha sentado de maravilla....... sólo hubiera faltado una buena compañía....
ResponderEliminarEl coche, la música y la lluvia es una de esas combinaciones tan sugerentes como puede ser el atardecer, la playa y un cigarro.
EliminarYo es que con la lluvia me llevo muy bien. Precioso, Bubo
ResponderEliminarYo, ahora, también.
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