Uno llega y lo hace todo como debe ser. O como cree que debe ser con las piezas que tiene, con el sentido y manejando gustos que no son suyos. Uno quiere que lo ha hecho guste, hace tiempo que sabe que por mucho empeño que se ponga las cosas nunca están al cien por cien como las sueña y mucho menos como las sueñan los demás.
Uno sabe que lo importante es la ilusión de construir, de andar, de entremezclar sueños. Pero que después hay que mantener lo que se ha construido. Los castillos de arena son preciosos en la playa pero no son prácticos en zona urbana.
Uno, al fin y cabo lo que sabe es... ¡que no tiene ni puta idea de nada!
(Y que un ladrillo mal puesto te jode una urbanización.)
Ay, Bubo, que no te veo muy animado, ya somos dos. Los castillos de arena a veces se convierten en un arenal que se te mete en los ojos y te ciega, y ya está. Pero tendremos que seguir construyéndolos, porque en la vida lo guapo es eso, tú lo has dicho, construir, ilusionarse, y luego... ya se verá.
ResponderEliminarUn beso de domingo.
Pues claro que hay que seguir construyendo. Solo que a veces no sabes si lo que tienes es que llamar a un chapuzas para hacer algo que no controlas, apuntalar un muro, que es más complicado si es de carga y la duración de esas reformas. A veces no sabes si sería mejor tirar la casa, por mucha ilusión que pusieras en ella, y empezar de nuevo.
ResponderEliminares una metáfora??
ResponderEliminarsiempre hay que seguir construyendo.... si no todo se queda obsoleto....
Si Juana, algo así. Entonces todos de acuerdo... a seguir construyendo, y a mantener lo construido.
ResponderEliminarNo no, el problema es que no sabes el cuento de los tres cerditos...los castillos de arena no se sostienen! la solución es hacerlos directamente de ladrillo
ResponderEliminarBuenos materiales, construir con buenos materiales y una buena organización, todo lo demás... ¡¡Chapuzas!!
Eliminarlo importante es que lo que se construya se haga con amor e ilusión...
ResponderEliminar¡Con amor e ilusión! Como le respondía a MariPili construir con buenos materiales. Esos son geniales.
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