26/12/12

El despiste.

¿Sabes el trabajo que cuesta cambiar el rumbo de una estrella? Lo tenía todo preparado. La mejor asistencia. El lugar ideal. Todo el mundo esperando el nacimiento y ahora...¡todo al garate! José a vuelto a equivocar el camino y se dirige a Belén. A saber que habrá allí - le dijo Dios al ángel anunciador.

21/12/12

El fin del mundo.

Se supone que hoy es el fin del mundo. Algún erudito de la cultura maya comentaría algo de que no había más horóscopo a partir del día 21 de Diciembre de 2012 y el de la limpieza, que estaba por allí con la oreja pegada, sacó el bulo de que ese día se terminaba el mundo. A partir de ahí y como nos gusta una catástrofe, sobre todo cuando está por venir, más que comer con los dedos la historia se ha expandido más que la crisis. 
El caso es que yo por mi parte, he comenzado el día muy bien. Anoche pude acostarme pronto, con ganas de besos, abrazos y de hacer el amor. Después, además, cayó un polvo de esos que molan a media noche, de los que te despiertas medio durmiendo y terminas follando con unas ganas que no te explicas como se sacan a las cuatro de la madrugada. Un polvo como lo que se supone que es, el último día del mundo. Después me he levantado temprano, he dejado a mi chica en la cama durmiendo, está preciosa cuando duerme, (no me malinterpretéis, despierta también.), me he duchado y me he puesto un café de esos que dejan al osito perezoso de peluche con unos ojos de cocainómano habitual. 
Ayer, entre otras cosas, hubo visita familiar. En Navidad no nos vemos y nos desperdigamos todos hasta fin de año. Besos, abrazos y no te olvides comprarme un regalo. Vamos que por mi parte ya está todo hecho. Así que me he sentado en el sofá, terminando el segundo café mientras escucho como comienza a desperezarse Córdoba. Ahora solo me queda seguir con el día, que por cierto tiene pinta de hacerse largo y esperar a ver como acaba. 
De momento, voy a dejar la entrada aquí. Estoy escuchando al Rey Lui en mi habitación, síntoma de que mi chica está despertando y voy a darle los buenos días como se merece. 

¡¡Felices Fiestas!!
 (Por si no coincidimos antes. Y esto se acaba pronto.)

19/12/12

Pre-Currelo.

Hoy entro tarde a trabajar. Mi chica se ha vestido y sale. Da un portazo. No está enfadada es solo que el marco se ha pujado y no hay manera de que cierre bien. Se ha ido. Y a mi me apetece follar. En esa inconsciencia que queda en una cama caliente comienzo a tocarme. La almohada aún tiene su olor y es tan fácil recordarla colocándose sus medias que me provoca una erección al instante. La imagino entrando de nuevo,el sonido de sus botas llegando a la habitación, abriendo el nórdico de un tirón para que entre frio, las ganas, sus piernas y es entonces cuando la miro a la cara y no es ella. Incluso mi erección disminuye en ese momento. ¿Que coño piensa mi subconsciente para joderme una paja con esa cara que le he puesto? Pero sigo masturbándome y sin mirarla a la cara, sin querer ver aquel rostro que hace tanto se perdió en la memoria eyaculo entre las sábanas. 

Se me hace tarde, y dos cafés ya deberían haberme dado la energía para salir de casa y encontrarme con las aceras puestas. 

15/12/12

Hasta la polla.


El ajetreo del autobús
me acuna.
Sus ventanas en mis mejillas,
frías como las de una madre hacendos,
me dan la paz que se respira
en la ciudad.
Doce minutos para llegar al trabajo
en un día en el que la siesta llora.
Un sueño que lejos de reparar
atrae la ira contra
paseantes ociosos.  

Música Disco

Si bien es verdad que a mi la música disco no me ha llamado nunca la atención tengo que reconocer que con este video me ha llegado al alma. ¡Que sentimiento! Ni el Camarón.

Dos elegantes mujeres montandose un trío en una escena cargada de glamour


P.D. El título lo pone la página. Ni lo modifico para que no os lleve a engaño. ¿Que quereis? Esto sigue siendo una página de adultos aunque últimamente esté un poco moñas. ¿Por qué crees que sigo manteniendo el aviso del principio?

12/12/12

El gran Bogart.


El mundo tiene, mas o menos, tres vasos de vino de retraso. 

Humbrey Bogart. 

9/12/12

Arquitecto de pacotilla.

Uno llega y lo hace todo como debe ser. O como cree que debe ser con las piezas que tiene, con el sentido y manejando gustos que no son suyos. Uno quiere que lo ha hecho guste, hace tiempo que sabe que por mucho empeño que se ponga las cosas nunca están al cien por cien como las sueña y mucho menos como las sueñan los demás. 
Uno sabe que lo importante es la ilusión de construir, de andar, de entremezclar sueños. Pero que después hay que mantener lo que se ha construido. Los castillos de arena son preciosos en la playa pero no son prácticos en zona urbana. 
Uno, al fin y cabo lo que sabe es... ¡que no tiene ni puta idea de nada! 

(Y que un ladrillo mal puesto te jode una urbanización.)

8/12/12

Mangas

Era barata así que no me importó que la chaqueta tuviese tres mangas. Siempre me gustó estrenar, así que ni siquiera hice por arreglar aquella manga que se quedaba desparejada. Mi madre se encargaría de ello. Salí de la tienda con ella puesta. Al rato noté un cosquilleo en el lugar en el que se encontraba, la poca costubre, supuse, de llevar una prenda con mangas de sobra. Pero cuando vi asomar una mano por esa manga... ¡Joder! ¡Era mia! Un nuevo brazo me había salido y se hacía dueño y señor de esa manga desparejada. Mi madre está enfadada conmigo. Por un lado se alegra de que haya empezado a preocuparme por el dinero y empiece a comprar barato por otro... en vez de una prenda está rectificando todas las demás. 

4/12/12

La flauta.

La primera la hice con queso. Todas las ratas de Hamellin vinieron detrás. La segunda de chocolate y caramelo. Los niños me seguían encantados. Y ahora tengo que dejarlos sin mujeres. ¿Entiendes ahora por qué tienes que tomarte la viagra, Bartolo?

Teoría cornúpeta.

Los cuernos se ponen de uno en uno. No puedes engañar a tu esposa y también hacerlo con la amante. Si a una le dices que tienes una reunión y te vas con la amante a esta no puedes decirle que después te vas a tu casa y vives solo, divorciado y sin niños. ¡No! A una de las dos tienes que decirle la verdad. O tu mujer sabe que te follas todo lo que se te pone por delante y ella es la principal y se lo demuestras o la amante sabe que estás casado y no debe llamar a tu casa so pena de que la relación se termine y a sabiendas de que te jode en serio. 
Para eso, lo mejor, siempre es liarse con una mujer casada. Las casadas, y los casados no se van a estar llamando porque saben que hay vida además de los amantes. Que cuando se dicen hasta pronto el amante va a dar besos a hijos y conyuge. Nadie llama a un amante casado a las dos de la madrugada a no ser que tenga ganas de fastidiarse la vida el problema es que puede estar a la recíproca.
Los amantes, cuanto más esporádicos, mejor, trabajo, fiestas, familias, deben ser personas que tengan una vida plena para que no tengan necesidad de uno mismo. Si terminas liándote con una persona que te necesita y va a estar buscandote constantemente no vas  a poder satisfacerla entonces llegan los problemas. Unos por viajes, por que el niño tiene un partido y no puedes ir a verlo, por la cena de los suegros que te pierdes con excusas estúpidas. y eso, al final termina dando paso a que todo el mundo se entere.

3/12/12

La "vici"

Lola siempre me ganaba en todas las carreras. Su culo respingón en el sillín de la bici me dejaba sin aliento. Nunca podía adelantarla. Y al final tenía que pagar la apuesta. Entrar en su coño con la lengua. Despacio, como le gustaba a ella. Lamiendo las calenturas provocadas por roce de sus muslos con el asiento. 

29/11/12

Vigilante de Seguridad.

La chica se queda en mitad del vestíbulo. Se quita el abrigo y lo deja en el suelo. Después la rebeca, los zapatos y las medias. Es entonces cuando ha conseguido la atención de todos nosotros. La camisa y la falda también caen a sus pies. El vigilante entonces reacciona. Se dirige a ella y comienza a increparle. Los demás vamos tras él y forcejeamos mientras animamos a la chica a que continúe. El sujetador cae con gracia en el montón de ropa. El vigilante se suelta de una mano y nos golpea. Aún le queda deshacerse de uno de los perniles de sus bragas para amontonarlas cuando el chaquetón con los logotipos de seguridad le cae encima como una manta protectora. 

Por su puesto hemos dejado de hablarle al securata de mierda.

26/11/12

Fin de mes.

- Bueno ¿Qué? ¿Te han dado el dinero que querías?
- Pues… – Eso es un suspiro de Carlos que llega del banco.
- ¿Qué pasa tío? ¿Tan mal pinta la cosa? – Le pregunto.

Durante un rato se queda callado. Me mira como si yo tuviese la culpa y fuera el que va a llevarse la hostia por algo que no se merece.
Empieza a contarme:
Me llego a la caja y dandole la cartilla le digo:
– Mírame a ver si han pasado algún recibo y me das treinta euros.
- Te han pasado el recibo de Vodafone. – Me suelta a bocajarro.
- ¡Coño el móvil! Bueno pues… dame veinte.
- Es que también tienes la comisión de retardo del coche.
- ¡Joder!

- ¿Y entonces que pasa? ¿No has sacado nada? – le pregunto
- Si. – Me responde – Le he sacado cincuenta céntimos para un café.

20/11/12

La cama.

La anticuaria me llevó a través de mesa repletas de objetos a la trastienda. Allí me enseñó la cama.
- Aquí fue donde Marilyn y Miller pasaron sus mejores momentos. - Me dijo.
- ¿Como puedo estar seguro que esta cama era la de Arthur? - Le dije mientras me recostaba en el colchón.
Y ella, sonriendo, me preguntó:
- ¿Usted escribe verdad?
- Si. ¿Como lo sabe?
Entonces ella colocando un pierna en la cama y dejando ver sus medias comenzó a bajarlas lentamente.
- Porque esta cama hace más sexy a los escritores.

Y...
me convenció. 

19/11/12

Jornada 19/11/12

Odio que me llamen por teléfono solo para follar. Sobre todo que me impongan un plan. Que me citen quince minutos más tarde y quieran que uno aparezca con todo el deseo en la polla. Odio que pueda dominarme de esa manera que vaya tras ella como un perrito faldero y le lama la suela de su bota. Que sepa que voy a comer las migas que me arroja, aunque sean de caviar. Odio a esa puta, pero ella es la que mejor me paga. 
de American gigoló.

18/11/12

De resbalones.

Hay resbalones que duelen al momento, otros sin embargo, aunque no llegases a caer, aunque pensases que más que resbalar lo que hiciste fue una finta graciosa, terminan repercutiendo en el tiempo y duelen tanto o más que los otros.

Bubo dixit.

17/11/12

...

De una colección de servilletas con fecha 24/8/2011

Ya nunca la echo de menos.
Ni sus besos,
que tanto tardaban en llegar.
Ni esa sonrisa que
solo aparecía tras quitar
el lazo al regalo.
Ni el humo,
ni sus mentiras.
Ya no la echo de menos.
Ni cuando veo la cama desocupada
y la soledad de la noche
me recuerda
su frío.
¡Se parecen tanto esos días!

Y ahora,
cuando escribo de ella,
tengo que buscar
en la memoria algo
que me recuerde feliz a su lado.
Sé que tiene que haberlo,
viajes, fiestas, pocas fotos
y un hijo
lo atestiguan
pero puso tanto empeño
borrando esos recuerdos
que ahora, en el salón
solo encuentro
rencor.

15/11/12

Van Helsing Vs. Desayuno Molinero

Me desperté temprano, preparé café, y aprovechando que aún quedaba pan del día anterior preparé un desayuno molinero como me enseñó mi padre. Mucho pan, mucho aceite, mucho bacalao y ajos de Montalbán. El caso es que aún era de noche cuando salía con la bicicleta, era un día que no había podido dormir, la tormenta no me había dejado hacerlo en toda la noche. En Córdoba no se veía un alma cuando salí a la puerta , y entonces, enfilando la calle con la bici lo vi.
¿Como iba a imaginarme que el tipo era especial? Si, era eslavo, o rumano,no sé, vestía de negro y solo coincidí con él varias veces cuando bajaba la basura. Yo siempre pensé que la moda "siniestro" había llegado tarde a su país o que era un forofo de estos de Crepúsculo, o simplemente, que siendo un Erasmus podía hacer en España lo que le saliese de los huevos porque nadie de su país estaba cerca para tener que dar cuentas después. 
Se le veía cansado, mojado, su noche no debía de haber sido buena. Lo que no entendía era como podía salir con esta lluvia, tres días de agua y el tipo seguía con ganas de jarana. Me acerqué a él para intentar escucharlo y fue entonces cuando me sorprendió. Ni siquiera pude verle los colmillos, los sentí en el cuello, fríos, punzantes y noté como mi sangre se arremolineaba por subir a su boca. Ni siquiera pude gritar. Fue solo cuestión de unos segundos cuando el tipo calló en el suelo. Revolcándose, sufriendo, no quise seguir allí y comencé a pedalear pero no pude evitar volver a mirar de nuevo. Salía el sol. No quedaría nada de él. Mi desayuno se había encargado de dejarlo débil y el sol terminaría el trabajo. 

14/11/12

Convaleciente.

Me duele la espalda. Tanto tiempo en el sofá me tiene cansado. Tres días me han dicho. Tres días de reposo. Y yo, que siempre fuí, muy buen enfermo estoy en ello. He leído, he terminado la segunda temporada de Breaking Bad, siete películas en poco más de treinta y seis horas, un libro, vale, si, cortito, de micros pero un libro. He contestado el correo y me he puesto al día con algunos blogs. Y ahora, tirado en el sofá no he podido aguantarme más. Me he levantado, sin hacer ruido, despacio, no es solo la espalda lo que me duele, creo que es todo el cuerpo, y he ido hasta el sillón. Donde ella dormía con el portátil en la las manos, las gafas caídas en la nariz y me he acercado para recibir una de las reprimendas más gordas en los últimos meses cuando la he besado en los labios. 
He aguantado estoicamente mientras me volvía a "colocar" en el sofá. Entonces se ha sentado a mi lado y a empezado a besarme, en la frente, en los ojos, en la nariz, en la boca, en el cuello... Me ha mirado y mientras soplaba una pestaña que se sostenía en una de mis ojeras el dolor de espalda se ha ido con ella. 

13/11/12

El vecino.

Llamaron a la puerta con insistencia y al abrir me pusieron una pistola en la cabeza. El tipo la movía delante de mis ojos de un lado a otro. Sudaba. Tardamudeando me dijo que le pasara todo el costo que tenía. Lo miré a fijamente a los ojos y me adelanté un paso, el retrocedió, le señalé el pasillo. Un gran número dos señalaba la planta en la que nos encontrabamos. 
- Te has equivocado. Es en la planta de abajo. 
El tipo bajó el arma y echándose mano a la cabeza se disculpó:
-Tioperdona. Toyconelmonoy...y...
Comenzó a bajar las escaleras. Cerré la puerta. 
Escuché como el timbre de mi vecino volvía a sonar con insistencia. 

3/11/12

Sábado de lluvia.

Paseantes con bolsas grandes por la calle mojada. Hoy nadie quiere salir en mi barrio. Recopilación de comida, de chucherías para pasar una tarde/noche en el brasero. 
Anda que si no fuera porque tengo que salir a celebrar un cumpleaños...

31/10/12

Desmayarse

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.

No hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.

Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño:

creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega

26/10/12

El puente.

Mira que avisé. No estoy para nadie. Salgo el jueves del trabajo y apago el móvil. Pero el cabrón de Carlos se empeñó en comprobar si era cierto, quería hablar y hablar con una excusa estúpida hasta que no puede aguantar más y le colgué. Después llamaron los otros, uno detrás de otro, el caso era fastidiarme los días de descanso hasta que lo han conseguido. 
Y aquí me veo, detrás de una multitud de conocidos, perdiendo el tiempo con un ramo de rosas que me han obligado a llevar con una banda que dice: Carlos, tus amigos no te olvidan. 














Pues no. No he podido aguantarme a  poner una de los  ataúdes Lindner.
Y espera que aún quedan varios días para el puto Jalogüin.

24/10/12

La promesa.

Mi padre me hizo prometerle, de pequeño, que el día que falleciese estaría a su lado. Que ese día, con un simple gesto, me transmitiría todo el odio, todo el rencor que mi familia, desde antaño, les tiene a los "Álvarez-Garmendia"

Me fuí de su lado, precisamente, el día que decidí unir mi vida a Marta Álvarez-Garmendia. Ni ella ni yo queríamos saber nada de nuestras familias y pusimos entre medias un continente y dos hijos con unos apellidos irreconciliables al otro lado del océano.

Solo mi hermana llama de vez en cuando para saber de nosotros. Hoy el teléfono ha sonado con su nombre. Lo he cogido y en su voz, apenada, me ha dicho que padre había muerto. El timbre ha sonado en ese momento y dándole la buena noticia a Marta le he pasado el teléfono mientras me dirigía a abrir la puerta.

En el umbral, igual que la última vez que lo vi, estaba mi padre. Me ha puesto una mano en el hombro y ha desaparecido. No se cuanto tiempo he estado delante de la puerta pero cuando me han llamado me he girado. Mi mujer traía unas copas y una botella para celebrarlo. La verdad... ¡No se porque coño querrá celebrar la muerte de mi padre esa puta!

22/10/12

lo que pasa cuando nos metemos más de la cuenta.

"Todo amor es prostitución"

Baudelaire

Lunes - Primera hora.

Ninguna luz en las ventanas. El café empieza a subir y el olor invade la casa. Abro la persiana, quiero despertar a los vecinos con su olor.  Entra un aire húmedo. Ha llovido esta noche. Me llevo el café a la ducha. Siempre olvido que el agua no limpia el alma. La taza aún humea. La acabo de dos sorbos. La pasta de dientes y el cepillo me eliminan el sabor amargo. El regusto de la lengua es mentolado. El pantalón me queda ancho. La camisa es larga. Dejo la taza en fregadero. La vuelvo a recoger. Me sirvo lo que queda de café. Ahora si. Es temprano. Ella sigue durmiendo. Me acerco y la beso. Sonrío al ver como me lo devuelve aún dormida. Parece que empieza el lunes.

20/10/12

El pistolero.

Murió rápido. El disparo le llegó justo al corazón. No lo esperaba. Pero es que nunca pensó que una bala saldría de mi dedo índice. 

18/10/12

La cabezá.

- Sabes que no me van las penas. A mi lo que me gustan son los bautizos, las bodas, las comuniones, las despedidas de soltero o la celebración de un divorcio, la celebración el primer canto del gorrión en la primavera. Todo eso. ¡Joder! Sabes que no me gustan los hospitales, ni los cementerios. ¡Si doy una vuelta enorme para no tener que pasar por la puerta del albergue de acogida! pero... Esta vez no podía librarme. Conocía la enfermedad, él sabía que estaba en la ciudad, que además era mi día libre... Como no lo iba a saber si es mi jefe. ¡No podía faltar al funeral! Así que me presenté en la iglesia, tarde pero allí estaba yo, haciendo acto de presencia, viendo y dejándome ver. El cura dijo eso de: podéis ir en paz, y yo salí a la calle. Algunos conocidos se arremolinearon en la puerta. Yo esperaba que alguien empezara a repartir arroz, no se, el cigarrito de la puerta, los chistes, como en todas las otras ocasiones que había estado esperando en el portal de una iglesia. Entonces lo vi. Venía bajo el ataud, con cara solemne como los novios que ya saben que están ajusticiados, cuando entregó junto con sus hermanos el féretro al funerario yo fui quien tenía más cerca. Al fin y al cabo esto era lo mismo que se hacía en todas las celebraciones religiosas. Solo tenía que hacer lo que había hecho siempre. Le estreché la mano, y haciendo un ligera inclinación de cabeza, mientras le apretaba con la otra el hombre le dije: ¡Enhorabuena!



La foto es para Juana. Después de quedarme con las ganas de elegir una de ataudes Lindner, (Feo, si pasas por aquí no dejes de darle al enlace que así da gusto morirse) he colgado esta que salen tipos fornidos. Ya sabes niña, esta me la debes. 

17/10/12

Lo siento...

Siento ser un gallina y mostrarte mis miedos, o guardármelos para que no los compartas. Siento ocultar mis sentimientos, o enmáscararlos con palabras. Lo siento porque mi cara siempre me delata y terminas encontrándolos incluso antes que yo. Siento tener tanto miedo al dolor, que solo olerle ya me da miedo, siento que no me guste y lo que más siento es que cuando aparece vuelvo a ser un hombre de piedra y entonces ni miedos, ni sentimientos, ni tú ni nadie me van a doler. 

Siento ser un payaso. Danzar en mitad de la calle cuando las vecinas me miran, provocar tu sonrisa para que ilumines la ciudad. Siento ser ridículo arrastrarme a tus pies mendigando una caricia y que escondas tu cara detrás de un té helado mientras me pides que me levante. Siento ser ese tipo que no deja de reir ni siquiera en un entierro, recordando al difunto, sus chistes, y su alegría aunque ya no esté aquí. Siento que el corazón me pida gritar cuando me abrazas y que todos conozcan que no puedo estar sin ti. 

Siento ser padre, y hermano y amigo porque no puedo dedicarte todo el tiempo que quiero. No puedo dedicarte aquella puesta de sol que vi en el noventa y nueve con un una botella de whisky tirando piedras al mar. Siento que no estuvieses cuando aquella chica me besó y me hizo estremecer hasta estar dos días sin probar bocado. Siento que no hayas visto mi vida en directo como yo para que me puedas explicar porque a veces soy así. 

Siento que me guste el rock & roll y la gente que canta con letras que entiendo. Recoger la mesa después de comer cuando antes nunca lo hacía. Tener la manía de tirar la ropa en el suelo. Mirar fotos y reir, o llorar tragando saliva para que nadie me vea. Mirar al buzón esperando que llegue una carta escrita a mano. Lanzar las colillas a tres metros de mi, esconder servilletas en todos los cajones garabateadas con dibujos y letras. Ocultar, el tiempo prudencial, una caja que ya debería estar en la basura. Tener un señalador en cada libro y un sombrero siempre en la puerta. Búhos por toda la casa y una barba de varios días. Lo siento. 

Pero lo que más siento es...
que el alma que te niegas
está en mi corazón,
cada vez más grande,
llenándome de vida
mientras tú te niegas una.

¡La Virgen!


-Estás tardando - Me dice desde su altar. 
Y yo voy cual penitente a besarle 
sus pies, a envolverme en su pelo.
A que me marque en la espalda 
con sus uñas la fé que le profeso. 

15/10/12

West Montgomery

John Leslie Montgomery me ha alegrado la tarde. Bueno... él y una chica que se dirige al Puerto de Sta. María. Después de pillarme dos veces mirándola me he cortado y no he podido seguir sosteniéndole la mirada. También ha influido mucho que una señora se haya puesto en medio para pedirme tres veces el horario a Pozoblanco. (¡Hija de puta!) El caso es que me ha dejado su teléfono. No su número, su teléfono. Es lo que tienen los móviles nuevos, muchas prestaciones pero una batería que dura menos que un copo de nieve en las Tendillas. Vamos que las chica, que yo creo que de serie ya vienen más que resabiadas, me ha pedido que le cargue el móvil. Si me llega a pedir la tumba de Manolete se la doy igual. El caso es que de fondo tenía a West Montgomery y, aprovechando que tenía pinta de saber de música, en el hombro tenía un tatuaje curioso (la clave de sol, invertida, y la de fa formaban un corazón.) le he preguntado si lo conocía. 
A sido un placer descubrirle al tipo durante media hora que hemos estado charlando. Los dos hemos salido ganando. Ella a decubierto a Montgomery y yo he podido contar todos los lunares de su sujetador.

14/10/12

Españolizar

Ya lo dijo Arnaldo Amalric: "¡Matadlos a todos. Dios reconocerá a los suyos!".
Ahora Wert quiere hacer algo parecido: Españolizadlos a todos.

Y es que no hay cosa más tonta que generalizar y además ser un radical. No hay cosa más tonta ni que de tanto miedo.

En falta.

Las sábanas han perdido todo el calor que ella dejó.
La fruta que compra, madura en el frigorífico antes que yo.
Ya no hay bragas entre la ropa sucia. Solo boxers.
Ni pelos en la ducha, ni besos en pos-it.
No quedan películas que ver con tus piernas en mi regazo.

Y te echo de menos
mientras todas las horas
se juntan a mi alrededor
para recordarme que aún faltan
algunas
para que aparezcas.


Delete.

El teléfono comenzó a sonar a las seis de la madrugada. Número desconocido. Lo cogí. 
- ¿Si?
- ¿Donde estás?
Era ella. Había olvidado que poco antes de llegar a casa la había borrado del móvil. Al fin y al cabo solo habíamos follado una vez y no me apetecía tener que seguir su juego toda la noche. Bastante me había calentado refregándose conmigo y con todo el que se le ponía por delante en la discoteca. ¡En una discoteca! ¡Llevaba años de no entrar en una! Me había convencido, soy fácil de convencer, lo sé. Y ella con sus pantalones tan cortos, su short, que dejaban ver un tanga negro cada vez que un movimiento de baile resaltaba su culo, y su aro en el ombligo me habían llevado por media Córdoba. Una Córdoba que no me apetecía volver a recorrer. Pubs, pijos, discotecas y after eran su ambiente. A los taberneros no nos pueden sacar de noche y ella ya lo había conseguido dos veces pero estaba decidido a tomar las riendas. 
- Estoy en mi casa.- Le contesté. 
- ¿En tú casa? ¿Porqué no me has avisado?
- Lo he hecho. Dos o tres veces. Creía que querías quedarte con tus amigos...
- ¡No! ¡Que va! Se han ido. Oye... ¿estabas durmiendo?
- Si. Me había acostado ya.
- ¡Ahhh! Pues... - empezaba a dudar. Era la primera vez que no le seguía el juego.- 
- Mira, yo estoy en la cama. Pero si quieres venirte al piso, puedes hacerlo. ¿Recuerdas la dirección? 
- Era por el parque ¿no?
Le dí la dirección. ¿Como iba a acordarse? La última que apareció estábamos los dos tan borrachos que no podíamos quitarnos la ropa. Estuvimos follando hasta el amanecer sin poder desabrochar su vestido. A mi no se me empinaba, creo que estuve comiéndole el coño casi una hora. No me extraña que después me hubiese vuelto a llamar. 
Salí al balcón . Ella aparcaba cerca de casa y le hice una señal. Abrí y la esperé. Nada más entrar la apoyé en la puerta. Le bajé el short, no llevaba sujetador, y aunque tenía unas tetas ridículas, sus pezones me habían estado apuntado toda la noche. Ahora eran míos. Comencé a chuparselas. Su pelo se me metía en el ojo, en la boca, y ella me agarró del cuello. No la dejé continuar. Esta vez era yo quien sabía lo que quería. Le sujeté las manos. Subí al cuello y con la mano izquierda las sujeté las dos. En alto, por encima de su cabeza. Desabroché su pantalón y metí la mano. Mis dedos se abrían paso abriendo la cremallera. Su coño estaba húmedo. La miré. No era guapa, tampoco fea. Tenía una boca grande, voluptuosa y después de un rato jugando con su entrepierna le introduje mis dedos empapados en ella. Los chupó. Su lengua me recorría el dedo índice. Sus labios me engullían. Le solté las manos, apoyé las mías en sus hombros y comenzó a bajar. En cuclillas su cara ahora se encontraba a la altura de mi cadera. Me desabrochó el boxer y la polla salió para darle en su cara. Su lengua me acarició el glande para engullirla con la boca al momento. Notaba su saliva caliente, como me humedecía, como la lengua se acoplaba y recorría jugando por el frenillo. Sus manos se apoyaron en mi culo y las uñas me apretaban. Me hacía daño. Entonces metí mis manos entre su mata de pelo, la agarré y comencé a follarle la boca. Dejó de incrustar sus uñas en mi espalda, en el culo para apoyarlas en mis caderas, para que no la embistiese con fuerza pero había cogido el ritmo. El calentón de la noche no había desaparecido, la rabia ni si quiera me hizo masturbarme al llegar al piso y ahora me desahogaba con ella. Seguí embistiéndola contra la pared, parecía ahogarse y estaba a punto de correrme cuando ella de un empujón me hizo separarme de su boca. 
- ¡Cabrón! - Me dijo mirándome a los ojos aún en cuclillas.- ¡Eres un cabrón! 
Y entonces, volviendo a cogerme la polla con una mano, le escupió y volvió a metérsela en la boca. Ahora ella era quien llevaba el ritmo. Yo dejé de embestir y solo le apartaba el pelo. Cuando con la otra mano comenzaba a meterme un dedo en el culo llegaba mi orgasmo. La aparté y me corrí en su cara. La boca, los ojos, el pelo lleno de semen. Se limpió con el dedo que comenzaba a entrar dentro de mi y lo chupó. Con la otra mano seguía agarrando mi polla. Me llevó a la cama. 
- Ahora me toca a mi.- Me dijo mientras se quitaba el pantalon corto y lo dejaba en el suelo.
 Solo tenía el short en la cintura, como un cinturón. Estaba desnuda en la cama con sus piernas abiertas esperando 
Hasta ese momento no me había dado cuenta que el tanga que había lucido toda la noche no se encontraba en su lugar. No me importó. Había borrado su teléfono y después de esa madrugada, también olvidaría su cara. 

13/10/12

Salida 18:50

Le come la oreja. Se la muerde suavemente mientras él fuma. Ella tiene un pie en el banco y lo agarra. Cuando está acabando el cigarro, en la última calada ella lo suelta, se gira y se sienta a horcajadas frente a él. Le quita el cigarro y apurándolo lo lanza lejos. Se le acerca y comienza a morderle el labio. Él agarra el  pañuelo que lleva en el cuello, uno de esos largos y se lo deja por la cintura apretándola junto a su polla. El escote se libera de la gasa y él baja su lengua para saborear un lunar que tiene en el nacimiento de su teta izquierda. Ella lo retira, y comienza a ponerse el pañuelo en el pelo. Cuando acaba se levanta del banco. Los dos lo hacen. Él intenta evitar que se note su erección, ella se coloca el pantalón. Su autobús los espera. ¿Habrá poca gente allí? ¿Seguiran su calentón hasta Cadiz? 

(Creo que tengo que hacerme analizar esta faceta de mirón. Pero es que hoy en la estación tenemos poca bulla, además que la tipa estaba muy buena como para perdérselo.)

11/10/12

El último

... y a deshoras entra el café en mi colchón para hablarme de todo aquello que me faltó hoy. 

El primero.

Que ni la luz toque 
el primer café de la mañana. 

4/10/12

Escaleras.

Existen escaleras que llevan al cielo.
Lo sé.
Son difíciles de armar pero
ella lo hace con facilidad.
Después me deja para vaya
subiendo peldaños, uno a uno,
cada reja de su malla. Hasta
llegar a las puertas del paraíso.

Existen escaleras que llevan al cielo.
Incluso en "los chinos"
se pueden comprar.

Solo es necesario saber
donde hay que apoyarlas.

3/10/12

Echo de menos...

Echo de menos leer a:

Un Paseante. Que, con sus relatos y sus comentarios, siempre me forzaba a pensar. Las tardes de sábado no son lo mismo sin leer dos o tres de sus post seguidos. Sin leer esos textos tan completos, tan redondos. (Cualquiera es buenísimo, pero el de el enlace... ¡No tiene desperdicio!)

Tesa. Sus micros, su erotismo, sus fotos, sus comentario y sus comentaristas. El otro día me enteré que su blog estaba cerrado. Precisamente ella que fue quien me animó a abrir este.

Jota. Con el que me sentía identificado algunas veces, otras me hubiese gustado mandarlo a la mierda, pero estoy convencido de que ahora, tendríamos mucho de que hablar. Por echar de menos, incluso a Lúcido. Ese tipejo que parecía haber enterrado a su alter ego. ¡Hostia! ¡No recuerdo el nombre! ¿Como puedo haber olvidado eso? (El cabrón de Jota, ni siquiera me deja un enlace.)

Gilda. Fue de los primeros blogs que seguí. Una chica simpática que después de un vuelta de tuerca dejo de aparecer. Siempre me quedó esa duda si supo avanzar.

Mi Gata. Mi gata me ha puesto tierno en todos los sentidos,  caliente como ella sola. Se nos fue con un tipo y dejó de aparecer. Perdí la oportunidad de verla dos veces, una en Córdoba y otra en Madrid. ¡No me lo perdono! Gatuna siempre conseguía sacarme una sonrisa.

Neko. Que con sus sueños me recordaba los míos. Y aunque su último post es de Agosto este año se la ha visto poco el pelo. Además de tener un mundo laboral muy entretenido.

TCTR. Si nadie lo ha leido... aún sigue manteniendo su blog. Sus historias de Shirt and Shoes no tienen desperdicio. Pero en general... todas. Algunas rozan la pedantería pero incluso esas. Ahora solo es visible en Twitter y para hablar con él hay que visitar su "Oposicueva"

IrenPower. Quizá porque tiene mucho "potencial" y no lo desarrolla. Quizá porque es de las pocas personas que leo y me importan. Quizá porque... Porque la quiero, la quiero mucho y ahora hemos perdido esa complicidad de postear, de saber de uno y de otro lo que casi nadie de nuestro alrededor sabe.

Voy a dejarlo aquí. Lo que no quiere decir que no eche en falta más entradas de muchos de vosotros.
Nos leemos, y si no... a ver si con twitter... (@cafedelbuho)

2/10/12

Superman.

Hoy lo ví. Lo reconocí sin sus gafas. Salía del Cash Converter. 
- ¡Clark? 
Entonces él se volvió. 
- ¡Clark Kent! Pero... ¿Como vas sin gafas? ¿Cualquiera puede reconocerte? 
- Ya da igual. - Me dijo - Acabo de venir de venderlas, no las necesitaba y... me face falta el dinero. - Guardaba su billetera en el bolsillo interior de la chaqueta mientras su mirada se dirigía a uno de los habituales de la zona que pregunta ¿que vas a vender?
- Pero... ¿y tu traje? Si no llevas las gafas... al menos el traje de Superman.- Le respondí incrédulo.
- ¿Para qué? Nadie cree en los héroes y al menos estos -me dijo señalando la tienda- me han dado algo para pasar el mes. Desde que el Daily Planet hizo un ERE y nos despidieron a Lois y a mi las cosas van mal por Metrópolis. 
- Pero... - 
Y no pude responderle. Superman me miró, me puso una mano en el hombro y haciendo un esfuerzo me sonrió. Con su traje gris, desgastado, dió dos pasos un ligero salto y comenzó a volar hacia las nubes, hacia Metrópolis, hacia Lois, hacia... la desesperanza. 

30/9/12

Silvia vs Poesía.

A algunos, como diría Wislawa, les gusta. A Silvia no. Y, a veces, cuando me ve leerla y suelto el libro para ponerme un gintonics, ella lo recoje y lo ojea. Frunce el ceño como si desconfiase de lo que tiene escrito en su interior, como si fuese a llevarla a un lugar que recuerda con desgana. 

A ella no le gusta pero cuando vuelvo con con el vaso preparado, con su hielo, con su poquito de limón y su toque de enebro, ella sigue leyéndolo, no se da cuenta que me siento a su lado y la miro. Entonces cuando el final de unos versos la devuelven al salón me mira extrañada sin darse cuenta del tiempo transcurrido y acabase de aparecer. Deja el libro en la mesa, igual que si la pillase en falta, y me pregunta. 
- ¿Que lees? 
- Poesía
- Pero esto no es poesía. No rima. 
- Tú tampoco lo haces. Y también lo eres. 



A algunos les gusta la poesía.
 de Wislawa Szymborska

A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatoria,
y a los mismos poetas,
serán dos de cada mil personas.

Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.

La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.

28/9/12

Gustavo

- Si querías estar conmigo no debiste besarme.
La chica lloraba mientras el adolescente intentaba consolarla.
- Sabes que te quiero, pero… ahora las cosas son distintas. Ya no soy el mismo. He cambiado. No puedo estar a tu lado. – Le decía poniendo sus manos en los hombros.
La chica lo abrazaba mientras el joven se dejaba hacer. Entonces volvía a retirarla de su pecho y la miraba a los ojos.
- Silvia tengo que irme. Ya no puedo estar contigo. No deberías haberme besado. – Volvió a repetir el adolescente.
- Pero… yo… - intentaba explicar la chica, mientras hipaba – ¡No sabía que podía pasar esto! Quizá… con otro beso, vuelvas a convertirte en mi rana Gustavo.




Estas son algunas de las cosas que aparecen en el #cosmotaller de Cosmopoética 2012.

26/9/12

Sublevación.


Ni siquiera el segundo café hace que cambie de aspecto.
#Estoymayor.


- Este hijo de puta nos está matando. Cada vez somos menos y parece que no le importa. Le dedicamos nuestra vida y así nos lo agradece. Quizá deberíamos putearlo. Que se entere de una vez por todas con quien se las gasta. 

(Y ahí están las hijas de puta. Jodiéndome el día mientras permanezco en estado comatoso. Y es que, quizá si, debería tratar mejor a mis neuronas.)

23/9/12

Kitty.

Baja del autobús y se muerde las uñas. No ve a nadie conocido. Los demás empiezan a recoger su equipaje de la bodega. El suyo es el último, una bolsa pequeña con una muñeca de Hello Kitty. La coge pero en lugar de colgarla de un hombro la abraza como si fuese un peluche. Anda unos pasos hacia un lado, a otro, no queda nadie en la estación. El autobús que la ha traído empieza a dar marcha atrás también él va a dejarla sola. La respiración se le acelera cuando el autobús sale. Los ojos le pesan y aparece una lágrima en uno de ellos. Está en mitad de ninguna parte pero antes de que la lágrima caiga un brazo se agita llamando su atención. Corre hacía la entrada, se abrazan y se besan mientras Hello Kitty se abre de par en par y esparce camisetas y bragas por las dársenas. 

22/9/12

Siesta.

Me gusta pensar que en esa hora tonta de chicharras y sueños, de cafés y películas de sobremesa, esa hora de avenidas vacías en el que un sol cruel ajusticia turistas nadie es consciente, solo yo, de que el mundo es una mierda.

18/9/12

18/09/12

María espera en la cocina. Parece que a la cafetera también le cuesta despertar. Abre el grifo y se moja las manos. En el centro de la mesa una maceta luce preciosa. Es casi perfecta, piensa. Los tallos verdes, brillando tanto que parece una de esas flores de plástico recién pulverizadas con cristasol. Entonces le dan ganas de quebrar una de esas hojas. Fastidiar la planta solo por el deseo de que no sea perfecta. Joderla como se la jodieron a ella. Sin venir a cuento. Porque si. Porque dicen que así es la vida. 
El café empieza a subir y descubre en uno de los tallos un bichejo. Lo mira. Durante unos segundos duda si dejarlo en la planta, que se alimente de ella, que termine destrozándola, que... pero entonces con el dedo índice lo recoge, abre la ventana y lo deja en el alfeizar. 
Apaga la cafetera. 

17/9/12

#Timeofbirra

¡Cuatro! Estamos cuatro en información y lo primero es lo primero: Tenemos que organizar los turnos de cerveza.

12/9/12

10/9/12

Dársena 22

EAC: Como todos los años, hoy, los niños y sus daemonions se han perdido en la dársena 22.

9/9/12

Potomaníaco.

La Potomanía o polidipsia psicogéncia es el deseo de beber grandes cantidades de líquidos, como resultado de una enfermedad mental. 

Y yo que pensaba que solo eramos unos borrachos.

8/9/12

Madrugada de Fuensanta.

Salgo con la bicicleta y mientras me coloco el reflectante en el pantalón veo como uno de mis vecinos intenta abrir el portal de al lado. Le saludo y el hace el mismo gesto mecánico con la mano izquierda. En la derecha tiene un manojo de llaves al que sigue prestando toda su atención. Al parecer no da con la que le franquee la entrada.
- ¿Qué, Manuel...? ¿Celebrando la Fuensanta? ¿Te ayudo?
- NoooNooo. Si ya...- Dice mientras se concentra sus ojos achinados en la cerradura y vuelve a probar con una de las llaves.
Por fin consigue encajarla y abrir. Apoyando su cuerpo en la puerta hace que esta se deslice.
- ¿Ves? ¿Ves? - Sonríe triunfal cuando entra en el portal.- Buenas noches.
- Hasta luego Manuel. Buenos días.
- Si, si... Eso.

6/9/12

...

- En serio cariño. Esa chica no eras tú. 
- Pero si eso mismo me lo dijiste el otro día. La misma postura, las misma palabras, la misma forma de tocarme. 
- Bueno, quizá recordé lo bien que lo pasamos el otro día y empecé a escribir sin darme cuenta pero... ¡lo cambie todo! Al personaje le puse un tipo espectacular, el pelo sedoso, lacio, pelirrojo, unos ojos verdes preciosos, un pecho duro de adolescente, una piernas...
-¡Hijo de puta! ¡Te estás follando a otra! 

5/9/12

Ícaro

de Maria Luisa Urtiaga.

La verdad... esta entrada no se a que viene. He encontrado la fotografía entre algunas que me mandó Luisa Urtiaga, de uno de sus viajes. Siempre me gustó Ícaro. Un tipo que quiere escapa de su prisión como si fuese un juego y una vez libre no puede evitar llenarse de esa libertad, de subir más y más, de perderse, aún avisado, por culpa del Sol.
Ícaro fue desprendiendo alas a medida que subía hasta su paraiso, sin llegar a él, o quizá cuando estaba a punto de alcanzarlo se desplomó al mar.

3/9/12

La búsqueda.

El tipo la sienta entre sus piernas. Ella le muerde el labio mientras el pelo le oculta la cara. Las tetas pegadas a la camisa blanca de él. Muy pegadas. Hasta que comienza a mover la mano. La palma abierta manosea su culo. Ella da un saltito, casi imperceptible, en las piernas de él que consigue introducir su mano debajo. Su dedo índice es la frontera entre los cachetes que aprietan el pantalón de ella. 
Los demás solo miramos, animamos la búsqueda de ese dedo. Ansiamos ser la uña del índice que, viendo las contorsiones de la chica, acaba de encontrar su lugar en el mundo. 

2/9/12

...

Siempre hay un día en que todo vuelve a empezar. Solo unas horas para prepararte, solo un rato por que hay que volver a luchar.
Y te levantas de la cama buscando la armadura en el ropero.

Bajo mínimos.

La luz entra tímida alumbrando esperadoras.

Pero no me ilumina a mi. 
No me esperan a mi. 

1/9/12

Castaños de Ojén.

Hace tres años escribí esto:


Para subir al cielo, como nos dijeron los curas, el camino es tortuoso. Una cuesta detrás de otra, acantilados a los lados, y cipreses en los bordes apuntando a Dios. El camino hacia el cielo tiene pocas señales, el gps no funciona y olvídate de la cobertura, yo he tenido suerte, a mi me han llevado de copiloto.
Cuando llegas al cielo Pedro, el recepcionista, te da una llave de las de antes, nada de tarjeta electrónica, una llave con un colgante antiolvidadizos. En mi caso es imprescindible por que suelo bañarme con las tarjetas electrónicas y olvidar nada más dármelo el número de la habitación. El cielo, al contrario de lo que siempre había pensado no es azul. El cielo es verde y tiene castaños y abetos, pinos y un montón de árboles que, de no haber faltado tanto a clases de ciencias, sabría decirte lo que son. Pero todos son verdes menos en otoño, que al parecer alguno coge otra tonalidad para darle más color y luz. En la terraza del cielo las cervezas no están fresquita, allí están congeladas y por su puesto, son de San Miguel. Puedes encontrarte todo tipo de bichos, incluso alguna avispa, más que nada para recordarte que ni siquiera el cielo es perfecto. La piscina del cielo tiene delfines que juegan contigo y solo la compartes con una pareja de alemanes, gente muy formal que te saluda con un “Hojla” y se despiden con un “Adiojs", ni siquiera hacen ruido cuando se tiran al agua de cabeza. Allí el sol se pone un poco antes que en cualquier sitio, los árboles y las montañas lo esconden, pero después vuelve a salir, solo un momento, como si se hubiese olvidado el beso de despedida y entonces no vuelves a verlo hasta la mañana, dejándonos aún un rato de luz. Los caminos que están alrededor del cielo son senderos amplios donde los pájaros te saludan y te dan los buenos días. Algún inconsciente con bula es capaz de ponerse a jugar al tenis, por que allí también tienen pista, pero lo habitual es pasear por los caminos del señor buscando un zorro, o algún búho que, despistado, no se haya acostado aún.



Se refería a una zona de Ojén. Un sitio al que me llevó una persona muy especial, que me lleno de paz, de tranquilidad, (lo necesitaba por aquel tiempo como agua de mayo) además de insuflarme vida como no le he conocido a nadie. 
Ahora, estos días de incendio no he podido evitar recordar lo feliz que fui entre esos árboles, en un lugar rodeado de castaños y donde un delfín nos daba los buenos días. Ahora, no puedo evitar pensar que esos testigos mudos se han quemado. 

31/8/12

...

Los comentarios son libres, pero los hechos son sagrados. 

Scott, Ch. P. 

La cita.

Volvíamos cansados. Era un sábado en el que ninguno de los dos esperábamos regresar juntos. Ella había quedado con un tipo al que conoció por internet y, aunque su equipaje estaba en la habitación de invitados, en el bolso llevaba una tanga negro dentro de lo que parecía un huevo kinder.  Antes de salir de la casa me lo había enseñado mostrándome las intenciones de loba que traía.

- No me como un rosco desde hace lo menos tres meses. - Me había dicho.- Hoy triunfo.

Cristina era de esas compañeras de trabajo que, cuando te das cuenta que no te la vas a follar,  terminas haciéndote amigo suyo y contándole todos tus neuras. Vivía fuera de Córdoba y a veces se quedaba en casa cuando en el curro salíamos tarde o nos íbamos de marcha. Miraba el final de un partido de basket cuando ella se plantó en el salón y girándose me preguntó:

- ¿Como estoy?

Llevaba un vestido blanco, uno de esos de encaje y minifaldero que dejaba ver sus piernas largas y morenas.    su pecho, sin ser abundante, le marcaba todo el talle luciendo una figura espectacular. Llevaba el pelo suelto y tacones de cuña. Cristina era alta y sabía sacar todo el juego a ese tipo de vestido.

- ¡Que hija de puta!- Le dije- ¡Estás buenísima! ¿Me quieres decir porque cuando quedas conmigo no te pones en ese plan?
- Por que contigo no tengo intención de follar.
- Anda tía guarra, tírale ya para la calle que todavía dejo el partido y te meto de todos menos miedo. - Bromeé.
- Mañana nos vemos en el curro. Tráeme la bolsa pequeña que he dejado en la habitación ¿vale? He dejado ropa en el trabajo pero no tengo el maquillaje.
- Vaaaale.- Contesté.- Si el tipo es un imbécil dame un toque. Yo estaré en la calle. Me llamas si necesitas algo. Aunque con esa pinta que llevas creo que no vas a necesitar nada de mi. Consigues lo que quieres. ¡Seguro!. Venga para afuera que si no...

Me levanté del sofá como si me fuese a abalanzar sobre ella y sonriendo coqueta abrió la puerta de la calle. Me lanzó un beso desde el dintel y cerró.

Dos horas más tarde recibí una llamada suya para recogerla en el centro y, sin pensarlo mucho, terminé la cerveza, me despedí de los amigos fui a buscarla. Cuando llegamos a casa se cambió de ropa. No traía pijama así que se colocó una de mis camisetas que se le quedaba poco más corta que la minifalda que llevaba. Ella cogió media tarrina de chocolate que quedaba en el congelador y a mi me puso un whisky. Cuando nos sentamos en el sofá empezó a contarme.

Al parecer el tipo si que era un imbécil, tan imbécil que había perdido las ganas de follárselo una hora después de conocerlo, tan imbécil que no supo aprovechar la media hora que le ofreció de margen para que dejara de equivocarse. Tan imbécil que nunca más volvería a verlo. Así que cansada de esperar imposibles lo había dejado en el restaurante y me había llamado.

Había terminado mi whisky y la dejé en el sofá con el helado.
- Me voy a la cama. - le dije. - ¿Te vienes?
Sonrió y me dijo que no. Siguió con el helado mientras buscaba el mando a distancia de la televisión.

No habría pasado más de cuarenta minutos, me había despertado la luz de la televisión que se iluminaba en el pasillo. Cristina seguía en el salón. lo que no sabía era si dormida o despierta. Era dificil escuchar lo que tenía puesto pero notaba los cambios de escena. Me levanté para apagarle la tele. La manía de dormir con boxer hacía que mietras me levantaba sin hacer ruido para no despertala notase una corriente helada. A medida que avanzaba comenzé a escuchar la escena. Eran gemidos. Se había dormido y había comenzado una película porno. Preste atención y antes de entrar en el salón me di cuenta que todos los gemidos no eran iguales, algunos no venían de la película. Me asomé discretamente al salón y allí vi a Cristina, en el sofá, con mi camiseta levantada hasta su ombligo, la mano derecha bajo sus bragas y la izquierda en un un pecho. La boca entreabierta era la causante de mi insomnio. Sus gemidos me habían despertado. Respiraba profundamente mientras la mano seguía acariciandose. Las piernas abiertas parecían buscar un apoyo, una parada. Parecían buscar la polla que no habían encontrado esa noche.

Cristina notó mi presencia. Lejos de alterarse sonrió y palmeando uno de los lados del sofá me dijo:
-Anda, sientaté aquí.
-¿Necesitas ayuda? - Le pregunté mientras miraba sus bragas empapadas.
- No guapo. Ya me basto sola.- Rió.- Lo que necesito es que estes aquí. - Y volvió a palmear el lado del sofá.
Me senté diligente a su lado mientras seguía mirando la escena de la televisión. Un tipo abría de piernas a una chica y arrodillándose comenzaba a comerle el coño. Cristina entonces, como si fuese a ella a quien le metían la lengua se frotaba con una mano abriendo y cerrando sus piernas. Mi mano izquierda rozaba su muslo y con la derecha me desabroché el boxer. Empecé a tocarme la polla. Miraba como los dedos de mi vecina de sofá se perdían en su coño, como salían húmedos y volvían a meterse hasta llegar a la palma, como buscaban, siempre, ir más allá. Su respiración era pausada, acompasándola a la de la chica de la televisión. La mía comenzaba a ser más agitada. Si no paraba en ese momento me correría en cuestión de segundos. Cristina pareció darse cuenta y poniendo su mano en las mías me obligó a retirarlas de mi polla. Entonces apretó como si quisiera estrangularla. Noté como una primera sacudida de semén subía por la polla pero no llegaba a salir. Solo un líquido viscoso asomó por la punta de mi polla mientras su mano seguía apretando relajando mi orgasmo. El tipo de la televisión tenía a la chica en cuclillas ahora chupándole los huevos. Cuando Cristina notó que estaba otra vez relajado fue soltándome la polla, su dedo pulgar se encargó de recoger lo el líquido preseminal y refregarlo por el glande, entonces me soltó la polla. No había dejado de masturbarse y se bajó el tanga. Se giró para mirarme  y abriendo las piernas puso su coño en mi cara.

- ¡Anda! - Me dijo.- Hazme ese favor. -

Y entonces , abriéndose con dos dedos los labios me dejó al descubierto su coño. Comencé a chuparlo como si fuese el helado de chocolate en un mes de agosto. Rápido, con ansia, como sin que le diese tiempo a derretirse y perderse por la galleta. Cristina estaba empapada y miraba la película. El tipo embestía una y otra vez a la chica que jadeaba. Ahora los jadeos que oía no sabía si provenían de la tele o de ella. Cristina me sujetó del pelo y me empujó contra sus piernas. Quería más. Quería terminar su noche con una corrida brutal y a estas horas le daba igual que fuese el tipo de la cena, el actor porno, ella o yo, quien se la proporcionase. Sus piernas me apretaban la mandíbula haciéndome daño, sus dos manos me tiraban del pelo mientras me empujaban a su sexo, noté como se derramaba en mi boca, su líquido caliente me alumbraba la barba. Durante unos segundos estuvo así, contraída, relajándose, después comenzó a despegarse de mi. Instintivamente me eché la mano a la mandíbula, como para ajustarmela y entonces ella sonrió.
- ¿Te he hecho daño? - Preguntó melosa mientras se levantaba del sofá.
- Bueno... - Le respondí yo mientras volvía a hacer el gesto con una de las manos mientras la otra iba a acariciarse la polla.
Cristina entonces acercándose a mi cara pasó su lengua por mi cara y volvió a recuperar los líquidos que había dejado.
- Ahora te lo arreglo.- Me dijo al oído. Mientras comenzaba a arrodillarse delante de mi.
Cristina fue bajando sus manos, su cuerpo y su cara a mi polla que estaba a punto de reventar. Con sus manos cogió las mías y me las puso a cada lado de las piernas. Me embistió con su cabeza, como cuando jugabamos a trompacarnero, para echarme atrás en el sofá y comenzó a comerme la polla. Cristina no chupaba la polla, Cristina la engullía. Su boca era una vagina y su lengua jugaba a aprisionarme. No le duraría mucho a ella y lo sabía. Cuando moví las manos para retirarle la cabeza volvió a sujetármelas. No tardé en correrme en su boca y entonces sacó mi polla de ella. El semén le corría por los labios e incorporándose se puso sus ojos a la altura de los míos.
- Es tuyo. - Decía mientras volvía a pasar su lengua por mi cara.-
Cristina se levantó y cuando intenté retenerla me echó la mano a un lado. Voy a la ducha me dijo. Mañana empezamos temprano y es tarde.
En la televisión la chica de antes se encontraba ahora haciendo un trío con otras dos chicas más. Me toqué la polla flácida. Apagué la tele. No iba a poder dormir mucho ese noche y el domingo tenía pinta de que sería uno de esos días raros.



30/8/12

El pintor.

La araña se le acercó. Él seguía con la boca abierta y aprovechó para tejer allí su tela. La clase había terminado, los demás alumnos habían recogido y hacía ya mucho tiempo que la modelo se había vestido y salido de la habitación.

Por fin cayó una mosca en la telaraña.

29/8/12

Princesa.


- Solo me queda para dos rayas.
- ¡No! No. Hace tiempo que ya no...
- ¡Venga! Una chiquita de esas que te gustaban tanto.
- ¡No! Niña. Ya no...
Entonces se agachó, aspiró la raya más gruesa y volví a verla como antes, contenta, feliz, deseando comerse el mundo.¡Espectacular!
- A mi no me puedes decir que no. - Me dijo pasándome el tubito.
Y tenía razón. No pude negarme y aspiré esa raya pequeña, diminuta, una raya que ahora sabía a fracaso, a lástima, a despedida.
- Es una pena que no quede más. ¿Verdad? ¿No tendrías cincuenta euros? ¿O treinta? A ver si puedo llegarme...
No la dejé acabar. Busqué en los cajones y encontré dos billetes de veinte. Se los entregué. Ella se acercó a la puerta y se despidió.
- Hasta luego. - Me dijo.
- No, niña. Ya no. Ya solo... Adiós

Y nunca más volví a querer saber de ella.

He vuelto.

He vuelto a saltarme una misa de difuntos, una cena de amigos y un polvo que me ofrecieron solo por escucharla quejarse de su marido.
He vuelto a olvidar el móvil en el bar de Sebas, a tirar las zapatillas en un balcón y a hacerme socio del eterno colista que es el equipo de en mi barrio.
He vuelto a las noches en vela, a los cafés a deshoras, a fumar sin pensar que tengo pulmones, a fotografiar lágrimas en el espejo, a buscarte en las sábanas que abandonaste.
He vuelto a escribir sin pensar mañana puede volver a amanecer.

27/8/12

Hopper.



Los dos se han vestido para la ocasión. 
-Esta noche o nunca- Piensa él. 
-Esta noche o nunca- Piensa ella.
Y ninguno de los dos termina por decidirse en una noche de verano que se les hará eterna.

17/8/12

...

Es menester que nos juntemos y vayáis a la guerra. 

Padre de Bubo dixit.

15/8/12

Tengo hambre.



Tenía hambre. Su estómago había dejado de gritar, ahora, después de tantas horas rugiendo tenía el mismo sonido que la Filarmónica de Viena. Siguió caminando y al pasar por una de esas calles de la judería, una de esas que lo mismo pregona las miserias de las vecinas, que lo mismo te guardan el misterio de la santísima trinidad, olió a fritanga. ¡Huevos! Pensó. Con ajitos y chorizo. Entonces se agarró a la reja de la casa. De su  boca empezaron a salir uno por uno todos los músicos que habían estado ensayando en su estómago. Se situaron cerca del plato y, dejando sus instrumentos de lado, comenzaron a comer. Cuando acabaron, barrigudos y cansados, volvieron a entrar en el cuerpo del tipo. La sensación de vacío había desaparecido, al igual que la música que emanaba de su estómago, pero él... seguía con hambre. 

14/8/12

Ice.

Solía llevarle cubitos extra cada media hora. Entraba despacio, sin ruido, mientras ella bailaba para el hijo de puta de turno. A veces solo me daba tiempo a echar una ojeada rápida. Su piel brillante, húmeda, la boca abierta, sensual, sus piernas chorreando hacían que fuese el centro de atención de la sala. 
- Unas gotitas de ginebra. - Me pedía para cada cubito que le llevaba. 
Y yo se los preparaba especiales para ella. Con esas gotitas de ginebra, con un "algo más" para que ahora ella pueda estar en casa. A mi lado. Estática. Conservada en ese hielo que tanto le gustaba. 

13/8/12

Premonición.

Me da miedo ejercer de adivino, por que lo estoy viendo venir.

Bubo

11/8/12

59

- Nos estamos quedando sin sitio.¿Alguna propuesta? - Pregunta Satanas a los demás diablos.
- Podemos refreirlos primero en la plaza de las tres culturas, en Córdoba.



Lo peor es que aceptaron la propuesta.

Sanchez Gordillo.

Griñán a Valderas:
- A ver si pones orden en tus filas. Dile a Gordillo que los políticos no robamos. ¡Ehhh! En los supermercados, quiero decir.

1/8/12

...y comieron perdices.


Es su décimo aniversario juntos. Ella le pide retornar al lugar que se conocieron, recordar su primer beso, aquel lugar que les dio tanta ilusión, tanta felicidad. Necesita sentir que aún lo ama como antes. Después de reconocer una última infidelidad él no puede negarle nada y los dos viajan hasta aquel estanque. Cuando se acercan a la orilla se miran con ojos brillantes. Es entonces cuando ella le empuja y cae al agua. Sus piernas vuelven a convertirse en ancas y ella no deja de repetirle: Sapo baboso.




Pues otro de los micros de miércoles de radio. Por cierto, el otro día en uno de los blogs que sigo: Teoría del mínimo relato. Dejaron un enlace con un libro que habían terminado entre unos pocos blogueros. ¡Esta genial! El enlace  os lo dejo... ¡Aquí!

31/7/12

Amanece

Pestañea el Sol
las luces se despiertan
entre las calles.

27/7/12

A mis amigos.

Os mando este mensaje desde el infierno. Necesito saber cual de vosotros aplaudió cuando me dieron la extremaunción. ¡Hijos de puta! Sabéis que en cuanto me tocan las palmas...


Mis Amigos.
El cuadro es de José María López Mezquita.
Uno de los mejores retratistas.
La pintura, junto con el desnudo de Acosta
lo mejor que se puede encontrar en el 
Bellas Artes de Granada.
(Cuando la exponen, claro.)

26/7/12

Piojos

- Otra vez la niña con piojos. - Nos dijo mi compi

Y a partir de ahí vino una serie de comentarios donde actividades, enumeraciones de parásitos encontrados, personas infectadas y vinagre a granel entre otros útiles hicieron que los oyentes notásemos una cierta picasina por parte del cuerpo. Disimuladamente alguno se llevaba la mano detrás de la oreja, o en la base del cogote pero fue Carlitos quien nos llamó la atención. Después de mirarlo durante un rato el ser rascaba sin ningún pudor y le dije:
- Carlos, este tipo de conversaciones suele tener un efecto picajoso y a veces es difícil contener las ganas de rozarse para eliminarlo pero... ¡¡Coño!! ¿Quieres dejar de rascarte los huevos?

24/7/12

Flores


Yo siempre le llevo flores a mi esposa.
Así nunca sabe si lo hago por gusto o por remordimiento.

L. Dixit.

20/7/12

Jameson.

Pastillas de Jameson* para mitigar el dolor de la espera. 








* Tanto de Jenna, como del whisky irlandes. 

Don Serafín.

Don Serafín entró en la taberna y saludó con un gesto. Su pañuelo al cuello en pleno Julio, su sombrero, ese deje senequista en el habla, amén de su conocimiento en el flamenco más enraizado hacía que se le tratase con mucha estima en la peña flamenca más antigua de la ciudad.
-Niño llévale al señor su mediecito y no le des la tabarra. ¡Y quítate esos auriculares de la cabeza!
Quince minutos después, viendo que el chaval se retrasaba, el padre entró en la dependencia. Don Serafín estaba  caido en la mesa con los auriculares del adolescente aún colocados es sus oidos. 
-¿Pero que le has puesto?
El chaval, compungido, solo pudo articular: Pitingo.









Este es otro de los relatos. Me he dado cuenta que no valía, me pasé de líneas. Entre lo que pedían para este micro era usar la palabra "Pitingo" y extremar las características de una persona. Resulta que es un relato al que le he cogido cariño. Me senté en unas escaleras y empecé a escribirlo en el móvil. No tenía ordenador y la conexión iba regular. Me esperaban para salir a la piscina y era el último día, la última hora que podía enviarlo. Y así, sin presión, salió esto. Para hacerlo a la carrera, me gusta.