26/6/12

Vienen solos.

Son las siete treinta y cinco y en la puerta suena el timbre como si el que llama me conociese de toda la vida. 
- Ya voy, ya voy. - Grito mientras me pongo un pantalón corto.
Confiado en que solo mi madre y la gente que me quiere llama así abro sin mirar.  
Tres tipos esperan en la puerta. Uno con un traje de rebajas, otro con mono de faena y el siguiente con un pijama de hospital. 
- ¿Que desean? - Pregunto algo asustado mientras miro al tipo de la chaqueta.
- Buenos días somos Los Problemas y veníamos a...
- Pero, yo no los he llamado. Debe ser un error. 
- Ah no. No se preocupe. Los Problemas venimos solos, sin que nos llamen. Usted empiece a preocuparse que ya nos encargamos nosotros del resto. - Me dice mientras me echan a un lado y entran en casa. 

25/6/12

Desnúdate.

Hace calor.
No te gires
No me mires.
Solo desnúdate.
Muévete despacio.
Sin prisas.
Quiero verte
lenta en la cama.
Perdiendo la ropa,
encontrándote mi deseo.
Solo desnúdate.
De tus lágrimas de sudor
me encargo yo.


20/6/12

Regla básica.


He comprendido la regla básica del juego para seguir a tu lado: Follar solo contigo - Le respondió el tahúr.

19/6/12

Maripili de mi amor.

Después de contestar los últimos comentarios, Maripili me ha hecho que retorne a entradas que ni si quiera recordaba, me he quedado sin palabras. Voy a buscarlas  en vuestros blogs, en el periódico, incluso en las facturas que tengo pendientes a ver si voy encontrando algo con que llenar la próxima entrada. Por el momento... os dejo que estoy currando. 

(Maripili... gracias.)

18/6/12

Angry Birds





El condenado subió las escaleras del patíbulo mirando el suelo, resignado. Levantó la cabeza cuando le ofrecieron un saco para tapársela. Lo negó y miró al infinito. Entonces, a la vista de todos, comenzó a sonreir. 
A lo lejos un enorme tirachinas comenzaba a estirarse con un gran pájaro rojo. 



17/6/12

#NBF2012

Noche Blanca del Flamenco 2012.

  Amanece y, en Córdoba, la gente sigue deambulando. Se les nota cansados pero alegres. La noche ha sido muy completa. Un abuelo habla con su nieto. Los dos, han coincidido en el concierto de Mejías en Cardenal Salazar y después de despedirse de sus cuadrillas han decidido volver a casa juntos. Freno la bicicleta y me dirijo al joven:
- ¿No te da vergüenza traer a tu abuelo a estas horas?
- ¡A mí? - Me responde Marcos - Si era yo quien quería venirse. Si llega a ser por él nos vamos al Triunfo a ver La Susi. 
- Esta juventud que no me tiene aguante. - Contesta Juan, mientras hace una mueca y se mira los pies dando a entender que ya no podía más.
  Después de unas frases de cortesía, de estas que tocan cuando lo intempestivo de la hora o lo inhabitual del sitio hacen que coincidas, me despido de ellos. Sigo pedaleando, voy a llegar tarde al curro, pero no puedo evitar volver la cabeza y mirar con algo de envidia a dos generaciones de la familia Vilches en un round de cariño entre apretujones, pescozones y pasos inciertos volver a las siete de la mañana a casa. 

16/6/12

Sirena.

- Parece que ya está bien. - Escuché antes de abrir los ojos.
Entonces alguien me dijo que me había salvado una sirena.
- ¿Ariel?
- Parece que no.

14/6/12

Ahora mismo. (9:25)

El Sol está llegando al segundo piso. Algún hortera de la radio me putea el tímpano con una música bakalaera. El café está algo más amargo de lo que me gusta pero me sienta muy bien. Una madre corre por la calle llevando a su hijo de la mano. La máquina de la costura espera en la mesa del salón que llegue ella y le de vida. 

Como yo. 

12/6/12

Viciosa.

¡Viciosa!

Te estás quedando sola leyendo William Burroughs.




Babylon Chat y Loquillo.
(Versión de Vicious -Lou Reed-)

11/6/12

El Naúfrago.

Naúfrago - Howard Pyle.

Naufragar en tu piel
y descubrir
una isla desierta.
Aprender tus cabos,
tus bahías.
Subir las colinas
de tu pecho
y contar,
sin esperanza de retorno,
las olas de tu pelo.

Naufragar en tu piel
y buscar
en el valle de tus piernas
el agua de la vida.
Entrar en el volcán
de tu vientre,
hasta el alma,
para guardar 
los besos que
no puedo darte.

9/6/12

Oración.

Sabes que no te pido nada, pero... ¡Por favor Dios! ¡Que llueva este domingo! Que caigan chuzos de punta en Córdoba. Que no apetezca salir. Que el día sea como esos de invierno, esos de brasero. ¡Por favor Dios! Que no haya que sacar al perro, que no apetezca bañarse ni pasear, que el niño se entretenga con su Play y que mi mujer gaste la tarifa plana del teléfono. ¡Por favor Dios! Déjame disfrutar de una tarde de domingo en la tele. Y...ya puestos, que gane Alonso, que Nadal humille a Novak, que España se vengue del codazo de Tasoti y que el Córdoba marque siete goles. 

(JuanCarlos dixit)

8/6/12

Joueuse

El abuelo llevaba unos días algo extraño y mi madre me pidió que hablase con él. Que lo entretuviese. Después de unos días lo único que saque en claro fue que algo había ocurrido en el centro de mayores donde solía pasar las mañanas. 
Para tenerlo ocupado saqué el ajedrez, en mis años de colegio había jugado y aún le tenía algo de afición. El abuelo no había jugado nunca y quería enseñarlo.
- ... el álfil se mueve en diagonal. Siempre en diagonal.- Le explicaba - La reina es la que puede moverse por donde quiera, como quiera, por todo el tablero...
Fue entonces cuando entendí. Cuando él, sin dejarme terminar cogió la reina negra que le estaba mostrando para escupirle a la cara:
-¡¡Puta!!



(Consecuencias de ver Joueuse, el otro día, en la filmoteca.)


7/6/12

Taxista.

Conocí a Serafín un día de esos calurosos de agosto. Unos ciento cincuenta kilómetros hicimos en el 306 que tenía entonces. Después cada vez que había que hacer instrucciones lo llamaba el día de antes para que estuviese su taxi disponible. Serafín nunca falló. Tenía esa inteligencia senequista cordobesa, una sicología de barman argentino y sabía guardar un secreto mejor que un capellán en el confesionario. Cuando contestaba al móvil con un "hello" en spanglish podías pedirle desde apiretal para el niño hasta medio gramo de coca. En menos de treinta minutos lo tenías en la mano. 
Así que nadie pudo explicarse como aquella colombiana, además de comerle la polla, le comió el tarro, metiendo al pobre Serafín en una secta tan extraña. Nadie pudo explicarse como dejó el taxi, a su familia, y Córdoba. Nadie pudo explicarse como desapareció con más de diez millones de euros.