12/12/17

Viaje a ninguna parte.

Se acerca al hombre que murmura en el banco y se acacha para ponerse a su altura. 
- Papá. Dicen que no hay autobús. 
- Si hay. Me voy al pueblo. 
Intenta levantarse del banco pero no puede. Se balancea una y otra vez para coger algo de impulso pero el banco es bajo. Ni siquiera apoyándose en el bastón consigue levantarse. El anciano lo mira. Es una mirada entre suplicante y de mando. No quiere pedir ayuda pero es lo que hace con sus ojos. 
El hombre que está a su lado le pone la mano en la espalda y lo aúpa para incorporarlo. 
- Venga papá. Vamos a casa. 
- No. Yo me voy.
Entonces se dirige con pasos lentos a una taquilla. La primera que encuentra abierta. Su hijo lo sigue sujetándolo del brazo del bastón. El otro lo lleva en cabestrillo. 
- Papá vamonos. 
- No. Al pueblo. Yo me voy a mi casa. 
- ¡Pero si tu casa está aquí!
En la taquilla una mujer lo mira interrogante. 
- Quiero ir mi pueblo le dice. Dame un billete. 
El hombre a su espalda le hace señas con la cabeza. 
- Ya no hay autobuses. Hace un momento ha salido el último. Venga usted otro día.- Le dice con una mueca de no entender bien. 
- ¿Ves papá? Ya no hay autobuses. Mejor nos vamos a casa. 
- Pero yo quiero ir al pueblo. Yo quiero ir a mi casa. Por favor, dejadme ir a casa. 

El hombre lo lleva sujeto del hombro. Lo fuerza a dar un paso mas, otro, otro. Mientras lo dirige con lágrimas a la salida de la estación. 

6/12/17

Amaras.

Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. 

Al prójimo como a ti mismo. 

Al prójimo... pero... ¿y si yo no me quiero? ¿Lo tengo que amar como a mi mismo? Y a Dios sobre todo. ¿Por qué? Por que amar a Dios si no soy capaz de quererme yo. ¿Que mandamiento es ese? ¡Que estupidez! ¿Porqué no: Quiere y hazlo extensible a todos? Primero tú. Y luego el resto. ¿Como coño vas a querer a nadie si tu no te amas? ¿Que tontería es esa de amar algo, o alguien que no conozco? ¡Quierete! ¡Quierete! Se egoista y quierete. Y después quiere al resto. Si no... Que mierda de amor vas a dar si ni siguiera te quieres tú. 
Si, claro. Esta eso de dar la vida por una persona pero... ¡Seamos sinceros! ¿Por quién daríamos la vida? Solo por alguien que su falta fuese tan dolorosa que no pudiesemos aguantarlo y si no podemos aguantarlo... Somos egoistas. Nos seguimos queriendo a nosotros. 
Ser egoista, al final, es solo una manera de querer. Es la única manera de querer a los demás. 

Amar a Dios... ¡Bah! Que chorrada. Dios le llega al prójimo a la altura del tobillo.