28/11/11

Sulley

Por muchas veces que salga del armario, no significa que sea Gay.

Sulley dixit. 

27/11/11

Norberto Luis Romero

El Concesionario.

Herr Rüdiger estaba detenido, con el motor en marcha, esperando la luz verde. En la radio, el concierto para flauta nº 1 del grandioso Mozart parecía envolverlo aislándolo del resto del tráfico. A cualquiera se le iban los ojos detrás, como una gema despertaba la codicia o la envidia de todos, el descapotable rojo tapizado de cuero de búfalo, con salpicadero de auténtica caoba, llantas cromadas. No había otro semejante en toda la ciudad. El semáforo le dio paso y a un mínimo toque el coche obedeció y se puso a la cabeza. Iba rumbo al trabajo por la avenida principal que divide en dos esa ciudad de la Baja Sajonia. La brisa de la montaña le daba en la cara, fresca, olorosa a pinares, y él por el retrovisor impecable advertía las miradas llenas de desprecio o envidia de quienes lo seguían a distancia. Pero ninguno en aquella ciudad podía competir con su lujosa máquina: era demasiado costosa. Él se la había ganado con el sudor de su frente, con su astucia, día tras día en la concesionaria. Herr Rüdiger era el vendedor número uno. Aquellos pobres diablos envidiosos, cautivados, lo seguían con sus humildes coches, pequeños, grises, que el mismo les había vendido. Al cabo de un centenar de metros, los coches que iban detrás eran numerosos No evitaba disimular una sonrisa de superioridad, él era como la miel a las abejas. Al. Pisó el acelerador a fondo y el resto lo imitó con tal de no perderlo de vista, por no dejar de tener cerca semejante belleza, pero no lograron suficiente velocidad para mantener la distancia y debieron conformarse con apreciarlo de lejos, brillando como un gigantesco rubí desplazándose bajo el sol. Atravesó la ciudad seguido por la multitud de coches enfervorizados que pisaban el acelerador al límite. Y así continuaron, como en una carrera enloquecida, dejaron la ciudad atrás hasta llegar al caudaloso río, donde el hombre frenó impecablemente a escasos centímetros del borde. Los coches que venían detrás no lo hicieron, siguieron enceguecidos por la belleza del noble modelo deportivo, y se precipitaron al vacío uno tras otro. El concesionario observó complacido cómo desaparecían engullidos por las aguas turbulentas. En ese momento, la voz afable de la locutora en la emisora local anunciaba que eran exactamente las nueve de la mañana en Hamelín y el sol lucía esplendoroso.

Me encanta que a estas alturas mi hermana me siga sorprendiendo con escritores que no conozco. Y este Norberto Luis Romero, me está gustando mucho. 

24/11/11

Borbón

Desde que entró Fernández en la oficina hemos tenido que limpiar tres veces el cristal que enmarcaba el retrato del Rey. Nunca hemos podido probar que fuese él quien pintó aquellos cuernos avérnicos, ni el moco verde de la nariz, ni siquiera la polla que le entraba por detrás. Por eso hoy nos ha extrañado como le quitaba el polvo al marco, abrillantaba el cristal, como sonreía cada vez miraba a Don Juan Carlos. 

Hasta que hemos visto la nueva foto.



23/11/11

Chocolate

Quizá durante un tiempo abusé del chocolate, aunque tenía una excusa buenísima: Era el sustituto del sexo
Pero ahora... 

¿Que excusa me busco ahora?




P.D. La foto, después de las dos últimas, es para las niñas que os dais una vuelta por aquí. ¡No seaís muy golosas!

19/11/11

Desorientado.


Esta mañana buscando fotografías para la entrada de Heinrich Mann me encontré esta fotografía. Es de "Gugul". Y su título es: Desorientado
Total, que no en que entrada colocarla y le he hecho una para ella. Esta vez el micro, os lo currais vosotros, a ver que os sale. 

Algo huele a podrido.

Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos. 

Bernard Shaw, George.

Heinrich Mann

Frente a las mujeres tontas se tiene el recurso de la galantería; frente a los hombres tontos uno se encuentra desorientado. 

Heinrich Mann

16/11/11

Rojo

Del blog de Nikita
El sexo es rojo. Como tu culo palmeado. Como la vagina que me ofreces. Como los labios con los que la beso. 
El sexo es rojo. Como tu piel cuando te excitas. Como mi polla cuando te penetra. Como tus ojos cuando me pides. 
El sexo es rojo. Como la sangre que chorrea por tus muslos, por mi mano, como la herida abierta de mi corazón. 

13/11/11

¿Sin respuestas? Nunca

- Estación de autobuses. ¡Dígame!
- Cusha mira ¿que onde puedo comprar litronas?
- ¿Como?
- ¡Que si! ¿Que onde puedo comprar litronas? Es que la cosa está mú mala y hoy domingo ta´ toserrao.
- Pero... ¿me lo estás preguntando en serio? Que esto es la estación de autobuses.
- ¡Quillo! ¿Y que quieres? Toy desesperao. A ver si puedo comprar algo.
- Pues... mira. Puedes ir OpenCor que estará abierto. En Gran Vía Parque. O, te puedes llegar a alguna de las gasolineras que algunas tienen tienda y lo mismo tienes suerte.
- Pero tío que sea barato. Questoy mu´mal de pelas.
- Entonces... Donde mejor esta todo de precio, que te puede salir bastante bien y además está siempre abierto es en el coño de tu puta madre. ¡Dile que te lo ponga baratito! ¡Que vas de mi parte!

Marianito.

de Valery Bareta.

Se levanta temprano. Ha preparado el desayuno y comprado el diario. Lo leen juntos en la terraza. La mermelada mancha la fotografía del tercer gol del Córdoba. Él quiere salir, disfrutar el domingo, aunque el día haya amanecido gris. Pasear por la Corredera y tomarse un martini. A ella no le apetece. Prefiere estar en casa, disfrutándose los dos. Al oído, le dice que se encargará  de servir el "marianito". 

Él, acepta. 

12/11/11

Difunta.

No quiero volver a estar difunta antes de que me toque de verdad de la buena... Dicen que la muerte es eterna, así que quiero disfrutar este pedacito de gloria terrenal que aun nos queda.


MPepa dixit.

10/11/11

Evaluación

Abro la puerta. Me empuja contra la pared. Me muerde el labio. Me desnuda. Tropiezo mientras me lleva a la cama. Se desabrocha su falda rápidamente. No me deja actuar. Se encuentra encima de mi y empieza a follarme.  Ni siquiera me deja quitarle la camisa. Me corro en minutos y entonces se levanta. Me mira. Toma nota. 

Creo que no la volveré a ver. 

Goteras

Con los charcos como piscinas, los arroyos de secano y las ramblas ensanchándose o dos tres veces lo que nadie había visto antes, los ríos asustando al personal por un posible desbordamiento y los pantanos soltando agua como si fueran gárgolas de exposición en el infierno hay tantas goteras que han empezado a preocuparse.
Esta mañana, nada más entrar en información, un tipo con la cara roja, pero no roja de ¡coño que se ha quemado en la playa! roja, roja y con cuernecillos en la frente, eso no me extraña tanto y menos en la estación. Lo que si me extrañó fue que quisiera ver a Emilio ¡ya!
- ¿Ya? – le pregunté.
Era la primera vez que venía. Si no sabría que a Emilio hay que avisarlo y esperarlo tomando un café, a veces con churros, y otras con copa y puro. El caso es que hoy no era muy difícil. Está en control y después de llamarlo tres veces cogió el teléfono.
- Emilio, aquí hay un tío que quiere verte.
- Dile que suba, que lo estoy esperando.
- ¿A este? ¿Creo que no?
Desde control asoma una cabecilla para ver al tipo. Me vuelve a hablar por el teléfono.
- ¿Quién es ese tio?
- No se, espera que le pregunte.
Dejo el teléfono a la espera y me dirijo al hombre de la cara roja.
- Estoy hablando con Emilio. Ahora mismo no puede atenderle, me pregunta que desea.
El tipo se extraña, parece que está acostumbrado a otro recibimiento pero empieza a contarme. Lo manda Satán en persona, vamos otro mandado, y que con estas lluvias están teniendo problemas con las goteras le han dicho que en la estación hay un especialista para casos graves. Viene buscándolo.
Vuelvo al teléfono para comentarle a Emilio.
- Dile al tipo que estoy en control, que hoy no puedo. Que se llegue el lunes que estoy de mantenimiento, y a ver si le hago un claro.

6/11/11

Follonero.

En el periódico viene un avance de la entrevista de Jordi Évole a los dos candidatos principales para el gobierno; Mariano Rajoy y Alfredo P. Rubalcaba. Se emitirá esta noche.

Pregunta de J.E.:
   ¿Cuanto se ha gastado el PP/PSOE en la campaña electoral?

Respuesta de M. R.
   - No lo se.

Respuesta de A.P. R.
   - No lo se.

Así que si estos son los que nos van a salvar de la crisis económica y no tienen ni puta idea de lo que se gastan ellos... ¡Vamos de culo!

4/11/11

Hasta la polla...

... de que me hablen en "girico" sin preguntar antes si lo se.
... de que el periódico solo traiga políticos. ¡Me dan asco!
... de que la gente hable del PP, o del PSOE como si fuesen la panacea o el anticristo, sobre todo cuando no suelen tener ni puta idea y van como burros con orejeras, o peor, como borregos.
... de no poder quedar a tomar un whisky con los amigos, y tener que tirar de agenda.
... de los putos palabros de seguridad de la mayoría de blogs que leo. (Como sigais así os va a comentar...)
... de tener que repetir las cosas más que un teletubbies porque la gente tiene el coeficiente intelectual de un niño de cuatro años.
... de tener los dedos llenos de tinta. Y más cuando es por culpa de la puta impresora.
... de salir a la carrera del curro porque alguien tiene prisa y no soy yo.
... de cambiar al "chip padre" cuando lo que estoy deseando es una juerga decente.
... de esta entrada que se me está haciendo interminable aquí en el trabajo.

3/11/11

Tirando de agenda.


- ¿María? - Preguntó al móvil sin esperar una respuesta cierta.
- Si. ¡Dígame!
- Hola. Soy Carlos. ¿Me recuerdas?
- ¿Carlos? ¿Que Carlos?
- Nos conocimos la pasada Feria. Soy el amigo de Jose, el novio de Cris.
- ¡Hostia! ¿Y que quieres? ¿Como tienes mi teléfono?
- Me lo diste tú. Pero lo había perdido. Cambie de móvil al día siguiente y lo olvidé. Me he cargado el nuevo y tengo que volver a usar el antiguo. He encontrado tu número y me he dicho...
- ¿Y me llamas ahora? ¡Mira tío...! Lo tuyo es muy fuerte. Ahora estoy con un tío y no voy a ir quedando con nadie que conocí en la feria hace un año. ¡Pasa de mi!
- Ya... es que... he recordado que te gustaba el whisky y...
- ¡Que no tío! ¡Que me olvides!
- Si, vale, lo siento. Iré solo a la fiesta de Glenfiddich. Pues nada que...
- ¿Glenfiddich? ¿Tienes invitación para una de las fiestas de Glenfiddcich?
- Si. Es para hoy. En O´donohues. Creo que viene un monologista, Hank Solo o algo así. Pero vamos que...
- ¿A que hora?
- Ummhh... A las diez.
- ¿Te viene bien las diez y media y quedamos en el Corte Inglés?
- Puess, si. Bien. Vale.
- ¿Y...? ¿Como dices que te llamas?
- Carlos. Soy Carlos. El amigo de Jose, el novio de....
- Si, si. ¡Ya! Pues. A las diez y media nos vemos. - Se apresura. - ¡Joder! ¡De Glenfiddich! ¿Que me pongo?- le oigo antes de colgar.

2/11/11

Día de difuntos

- Oiga, ¿aquí no encienden hoy lamparillas en las casa? Porque es el día de difuntos.
- ¡Esas costumbres ya pasaron!
- Ya. ¿Y también pasó la de ponerles juguetes a los niños?
- ¡En difuntos! ¿A quién se le ocurre semenjante cosa?
- A nosotros, los de Mezzoguiorno, como dicen ustedes. Si, los difuntos traen juguetes a nuestros niños.
- ¡Qué rarezas! Aquí son los Reyes Magos o Papá Noel.
- ¿Rarezas? Lo raro son los Reyes o el Noel ese; ¿qué tienen que ver ellos con los niños? Además, ¡son mentira! En cambio los difuntos son verdad, son nuestros... ¿No lo comprende? Ellos son los abuelos de los abuelos de los niños. Y los quieren porque son su sangre.

La sonrisa etrusca.
Jose L. Sampedro.

1/11/11

Pongamos que hablo de Madrid.

Cuando la muerte venga a visitarme, 
que me lleven al sur donde nací.
Joaquín Sabina 

Y es que no me extraña. ¡Tres mil setecientos euros cuesta morirse en Madrid! 
Entrada patrocinada por IKEA